Predecir el tiempo es un trabajo arduo, ya que ni con toda la tecnología actual los meteorólogos aciertan todas sus previsiones. Tiempo atrás, en los años 60 del siglo pasado, incluso hubo uno, Eugenio Martín Rubio, que se jugó el bigote y lo perdió. Anunció lluvias y no las hubo. Pero algo está cambiando.
La Plataforma sobre Adaptación al Cambio Climático, AdapteCCa, ha introducido un mapa que recoge las afectaciones del cambio climático a corto, medio y largo plazo. Hasta el año 2090.
Calor en aumento
Así, en Barcelona, la temperatura media era de 16,3 grados centígrados en 2006; será de de 16,96 grados en 2018; de 17,21 grados en 2030; de 18,34 grados en 2050, y de 20,20 grados en 2090.
Además, las noches serán más cálidas. Si en 2006 se registraron 46 noches calurosas, en 2018 serán 49; 61 en 2030; 84 en 2050, y 114 en 2090. Una de cada tres.
Menos lluvias
Pero peor estarán en Madrid. Allí, la temperatura media era de 17,24 grados centígrados en 2006; será de 17,61 grados en 2018; de 18,25 grados en 2030; de 19,16 grados en 2050, y de 21,28 grados en 2090.
Entre las variables de AdapteCCa también figura el nivel de precipitaciones. Los días de lluvia menguarán. Un ejemplo es Andalucía, donde llovió 74 días en 2006, para los 57 días previstos en 2090.
Políticas para mejorar
Con todo, en el mundo se está trabajando en reducir la contaminación y paliar así los efectos negativos del cambio climático, pero también en la búsqueda de herramientas que ayuden a los humanos a adaptarse a los nuevos tiempos y a protegerse.
AdapteCCa es una iniciativa desarrollada en el marco del proyecto Life Shara coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en colaboración con la Oficina Española de Cambio Climático, la Agencia Estatal de Meteorología, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, a través del Centro Nacional de Educación Ambiental y la Agencia portuguesa para el Medio Ambiente.