Desde el pasado noviembre el volcán Agung, ubicado en la isla de Bali, se encuentra en erupción. Desde entonces el nivel de alerta se ha mantenido en 3 --el máximo es 4-- y las autoridades han establecido un perímetro de seguridad de cuatro kilómetros alrededor del volcán.
Pese a las medidas de seguridad aplicadas, el tráfico aéreo se ha visto considerablemente afectado. El pasado 3 de julio las autoridades se vieron obligadas a cerrar el espacio aéreo tras una nueva erupción, aunque se pudo establecer al día siguiente. Las distintas emisiones de ceniza que escupe el volcán puede provocar perturbaciones en horarios de vuelos alrededor del continente asiático con destino a a isla o zonas próximas. El aeropuerto de Banyuwangi se encuentra a unos 125 kilómetros al oeste del volcán balinés. El pasado jueves tuvo que cesar su actividad y afectó a 446 vuelos y más de 74.000 pasajeros.
¿Vacaciones en riesgo?
Ante el peligro que supone, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación español (MAEC) recomienda a los viajeros que tengan planeado un viaje a Bali o a Lombok --una isla cercana con su aeropuerto también afectado-- que se mantengan informados a través de sus agencias de viajes y aerolíneas sobre los posibles cambios que se puedan producir a lo largo de estos días.
Asimismo, recomiendan contratar seguros médicos y de viaje en caso de que se originara una erupción definitiva, así como seguir las recomendaciones de las autoridades locales. La Embajada de España en Yakarta también ha pedido la documentación de viajeros españoles para tener un control de los presentes en la zona afectada que se puede mandar a través de correo electrónico.
Desde el 28 de junio, la actividad del volcán se ha incrementado ostensiblemente. De hecho, desde que entró en erupción el año pasado ha variado la intensidad y ha registrado la más alta en estos últimos días. que ha entrado en erupción en varias ocasiones y con diferentes intensidades desde el año pasado. La última erupción importante del volcán balinés ocurrió en 1963, duró un año y mató a más de 1.000 personas.