Los Mossos d’Esquadra han empezado este lunes a incorporar pistolas eléctricas Taser en su armamento. Los agentes de las comisarías de Girona, Blanes, Figueres y las Áreas Regionales de Recursos Operativos (ARRO) de Girona han sido los primeros en tenerlas en una prueba piloto. En el resto de regiones se irán implantando progresivamente.
El director general de la policía catalana, Andreu Martínez; el portavoz, Albert Oliva; y el subjefe de la División Técnica de Planificación de Seguridad, Josep Antoni Saumell, han presentado la iniciativa este lunes en rueda de prensa. De hecho, las pistolas eléctricas Taser son una reivindicación de los agentes de los Mossos desde hace años.
Cámara y desfibrilador
El equipo de las nuevas pistolas, de momento, cinco armas que se irán repartiendo en las comisarías, no se limita a las Taser, sino que incluyen una cámara que graba la acción del agente y un desfibrilador. Montserrat Tura compró las pistolas cuando era consejera, en 2006. El uso de las pistolas eléctricas se aprobó hace dos años en el Parlament.
Ahora, el nuevo conseller del Interior, Miquel Buch, las ha desbloqueado y ha adquirido la nueva versión. Se usarán solo en aquellos casos de alto riesgo para los agentes, habitualmente cuando se requiere la actuación de más de uno. Para formarse, los policías tienen que completar un curso de 32 horas, repartidas en cinco días.
Algunos cuerpos de seguridad locales de Cataluña ya las usan. En el caso de la Guardia Urbana de Barcelona, ha habido reivindicaciones de incluirlas en su equipo para enfrentarse, sobre todo a los cuchillos.