Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han detenido a 12 personas acusadas de la compra de pornografía infantil a través de Internet y correo postal. En una operación conjunta y más de diez meses de investigación, ambos cuerpos han realizado 25 registros en diferentes provincias españolas.
La operación se ha saldado también con 30 investigados por todo el país. Todo el material incautado había sido producido por un grupo productor de pornografía intantil con más de 550 clientes y presencia en 44 países.
La investigación se inició en verano de 2016 tras la desarticulación de un grupo dedicado a este negocio durante la operación Trinity, en la que fueron arrestadas siete personas múltiples delitos de abuso sexual a menores así como producción y distribución de pornografía infantil. El contenido del material permitió identificar a los pedófilos. El material se grababa en un piso de Tortosa donde se efectuaban los abusos sexuales y se grababan estas prácticas.
Identificación de los implicados
Con ese mismo material, se pudo identificar al resto de componenetes del grupo organizado ubicados en Barcelona, Bilbao y Valencia. El domicilio tarraconense era la sede de la productora donde se abusaba de menores en situación de riesgo marginal en Barcelona, Tortosa, Valencia y Marruecos. En total se han contabilizado más de 80 víctimas de distintas nacionalidas, aunque especialmente menores del norte de África, este de Europa, Asia y España.
Del análisis efectuado de las imágenes intervenidas en las dos fases de la operación los investigadores detectaron veintiocho dominios web desde los que se estaba distribuyendo pornografía infantil así como más de un millón de fotografías y vídeos de material pedófilo y mil DVDs.
Registros
Los registros se han efectuado en distintas ciudades. Uno de los más destacados ha sido en Ciudad Real donde se ha hallado material pedófilo producido por el principal sospechoso y líder de la trama. En Málaga se descubrió que otro de los investigados es un profesor de un instituto que se valía de su situación para realizar acercamientos con sus alumnos con fines sexuales.
En Cataluña se descubrió la existencia de una librería que había mantenido relaciones comerciales con la empresa vinculada al grupo que pudo haber gestionado el envío de más de mil pedidos. Asimismo, en Cantabria se detectó un caso en el que el investigado trabajaba en una escuela infantil y se valía de su acceso a los menores para realizar fotografías pedófilas y apropiarse de su ropa interior.