El Gobierno de Italia, formado por el partido xenófobo Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas, ha cerrado las puertas al barco Aquarius, que transporta a más de 600 emigrantes de Libia rescatados en el Mediterráneo. La nueva política del Ejecutivo liderado por Giuseppe Conte dista de la que mantenían sus predecesores, Mario Renzi y Paolo Gentilone, llamada Mare Nostrum, para rescatar a los emigrados de Libia.
El alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, ha decidido desobedecer la orden del Gobierno italiano de cerrar los puertos y ha sostenido que recibirán "barcos, civiles o soldados comprometidos con salvar vidas en el Mediterráneo".
Apoyo de otros alcaldes
Este desafío va directamente dirigido al nuevo ministro de Interior y líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, que reclamó a las autoridades de Malta que dejaran entrar en sus puertos al barco de la ONG Sos Méditerranée con 629 inmigrantes a bordo, porque no tenía previsto autorizar el desembarco de ese buque en su territorio.
La decisión del primer edil de Palermo ha contado con el apoyo de otros alcaldes del sur, incluidos los de Nápoles, Mesina y Regio Calabria, quienes también están dispuestos a desobedecer el orden de Salvini y recibir los migrantes. El de Napoles, Luigi de Magistris, también ha ofrecido su ciudad para que el Aquarius desembarque.