El juzgado de Primera Instancia de Santa Coloma de Farners (Girona) ha hecho público este jueves el auto en el que acusa a Jordi Magentí de acabar con la vida de dos jóvenes de 21 y 23 años en el pantano de Susqueda el 24 de agosto de 2017. El relato que se incluye en el documento judicial le sitúa en la llamada playa de la Rierica, el lugar donde transcurrieron los fatales hechos.
La pareja se había acercado para salir con su kayak. El mismo que apareció “flotando en el agua del pantano, con ropa dentro, y con una piedra en su interior”, señala el auto. También se intentó, sin éxito, “hacer desaparecer todos los vestigios del delito”. Igual que los cuerpos sin vida de los jóvenes.
Las piedras de la mochila del joven
El informe forense concluye que Paula falleció de un disparo a la cabeza, mientras que Marc recibió tres disparos. El autor intentó lastrar el cuerpo del chico al situar una piedra en su mochila. Para la instrucción, el sitio de dónde se sacó constituye una de las claves de la investigación. “Es un importante indicio para fijar la Rierica como el lugar de los hechos”.
Magentí reconoció que se encontraba en la zona en la franja horaria que tuvo lugar el fatal suceso, en la mañana de ese 24 de agosto. “De las diligencias practicadas hasta la fecha se infiere que el investigado era la única persona, junto a las víctimas, que se encontraba en la playa de la Rierica en el momento en que acaecieron los hechos”, indica el juez.
Vehículo del acusado
El vehículo que conducía, un Land Rover Defender blanco, ha sido identificado en el lugar. Aparece en una fotografía que tomó otro de los testigos que se encontraba en la zona y en las cámaras de seguridad de la empresa que explota el pantano. El coche “pertenece formalmente” al tío del acusado, aunque él mismo declaró (y su entorno familiar lo ratificó) que era el “conductor habitual”.
Magentí declaró que al poco de llegar a la playa de la Rierica “escuchó los disparos y tras tres horas pescando se subió, cogió el coche de su tío y se fue”. Unas declaraciones que el juez afirma que resultan “muy difíciles de creer”.
Incongruencias en su relato
“Nos encontramos ante una secuencia en virtud de la cual, se habrían realizado tres disparos, habría habido gritos y, a continuación, un cuarto disparo”, explica el tribunal. Por lo que resulta imposible de creer, según la instrucción, que el acusado pudiera estar pescando en el mismo sitio “sin que interviniese o presenciase” la muerte de los jóvenes.
Además, se tiene en cuenta la “revelación” que hizo en abril a su compañero de celda en la cárcel de Puig de les Basses de Figueres (Girona), donde está preso por el doble crimen de Susqueda. Narró que “fue su hijo, Jordi Magentí García, quien habría acabado con la vida de Marc y Paula y que él se habría limitado a ayudarle a deshacerse de los cuerpos” porqué se lo “debía por haber acabado con la vida de su madre”.
Intento de fuga
Otra falsedad. “Consta en la investigación que su hijo, por la adscripción de su teléfono móvil, se encontraba a las 11:18 horas en la población de Sant Julià de Llor”, indica el juez instructor. Además, el día 29 de ese mes el acusado había “comprado un billete a su mujer para irse a Colombia de manera definitiva”.
¿Un intento de huida del país? La instrucción del caso da alas a esta teoría. “No entraba dentro de los planes del investigado que su mujer fuese sin él a vivir” al país Latinoamericano. Cabe tener en cuenta que esa jornada fue la que apareció el Opel Zafira de la pareja en el fondo del pantano. Había sido empujado aprovechando el desnivel del terreno hasta allí.
Armas en su casa
El rompecabezas judicial se completa con el hecho de que el acusado tenía varias armas de fuego en su casa. “Carece de la licencia correspondiente”, se indica en el auto, aunque “sí tiene acceso a ellas, pues aparecieron en el dormitorio contiguo al del señor Margentí”. No hace ninguna referencia a si se ha encontrado la arma con la que se acabó con la vida de los jóvenes.
El juez instructor ordena continuar con la investigación. Margentí mantiene las imputaciones de dos posibles delitos de asesinato o, de forma subsidiaria, de dos delitos de homicidio y uno de tenencia ilícita de armas.