Vecinos del barrio se saludan, recorren las paradas con el carro de la compra, felicitan a los paradistas y comentan lo “bonitas” que han quedado las nuevas instalaciones. La reapertura del Mercat de Sant Antoni --tras nueve años de obras-- no ha conseguido llamar la atención de los turistas, al menos en las primeras horas de inauguración, sino que ha aglomerado exclusivamente al público local.
La polémica que ha suscitado la reapertura del mercado en los últimos días, ha girado en torno a la posibilidad de que el establecimiento se convierta en una Boquería dos, es decir en un mercado cuyo paisaje está impregnado de visitantes esporádicos, que recorren las paradas mientras toman fotografías. La polémica ha continuado en los pasillos del renovado Sant Antoni, aunque los vecinos se han concentrado en hacer sus compras como si fuera un día normal.
Entrada al Mercat de Sant Antoni / CG
Los clientes de toda la vida
“Muchos nervios, hace ocho años y medio que estamos esperando este día, el día en que la gente vuelva al mercado”, comenta Lucía, paradista en un puesto de huevos ecológicos. Mientras habla saluda a sus clientes “de toda la vida” que han continuado comprando mientras trabajaban en las carpas.
Lucía cree, con respecto a la posible “invasión de turistas” que es necesario “buscar el equilibrio”. “Yo siempre trabajaré para los clientes de toda la vida, los del barrio que para mí son prioridad, ahora si hay que dar un servicio a los turistas, lo daremos”.
Un cliente escoge su pedido en una parada / CG
Tere es vecina del barrio y también duda de que el mercado pueda convertirse en la próxima Boquería. “La verdad que no puedo saber en qué se convertirá, pero si se llena de turistas yo no dejaré de venir a comprar, porque la calidad de este mercado no se encuentra en muchos sitios”.
El promedio de inversión para un paradista en el mercado de Sant Antoni es de 100.000 euros, por lo que no todos los que estaban en la antigua carpa han podido hacer el traslado. Uno de los que sí lo ha hecho es Rubén, que ha puesto la charcutería de la entrada de Manso con Comte de Borrell. “Llevamos mucho tiempo trabajando en esto, y ayer nos quedamos aquí hasta las 12 de la noche trabajando y hoy a las cinco ya estábamos aquí, pero con mucha alegría”, relata.
Una parada de venta de frutas y verduras en la mañana de la inauguración / CG
Las instalaciones
El mercado tiene un total de 53.388 metros cuadrados, distribuidos en cinco niveles. En el menos uno está el supermercado Lidl --que hoy también ha abierto sus puertas al público--, y a pie de calle el sector alimentario y de Encants, de venta de ropa. El Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 80 millones de euros en las nuevas instalaciones, a eso se suman las aportaciones de privados.
Venta de alfombras y ropa de cama en el sector de Encants / CG
En el día de la inauguración, todo han sido halagos, con excepción de algunas quejas por los baños. Si bien los hay uno por cada entrada, se trata en la mayoría de los casos de un solo lavabo mixto, algo que ha molestado a algunas señoras clientas. Desde este miércoles y hasta el 2 de junio, el Mercat estará abierto de lunes a sábados de 8 a 20.
Supermercado Lidl, en la planta -1 del Mercat / CG