Situado en Burdeos, junto al río Garona, la Cité du Vin (Ciudad del Vino) se posa elegante sobre su orilla, ejerciendo de decantador futurista e invitándonos a descubrir un museo sorprendente. No es un museo al uso, es un centro de interpretación dedicado al universo enológico, un paseo sensorial que nos llevará a descubrir y entender a través de las culturas y civilizaciones la influencia vinícola en todo el mundo.
Anaka La Cité du Vin XTU architects. Planta Belvédère
El vino es compañero de mesa y encuentros, ha sido y será una forma de vida, motor de sociedades, hilo conductor de aventuras y de historias, protagonista absoluto o secundario de lujo en el arte, y también aromas y sensaciones. Todo esto y mucho más es lo que nos brinda su exposición permanente a lo largo de sus 19 módulos temáticos, la gran mayoría interactivos. Para recorrerlos, el museo proporciona un “compañero de viaje”, gratuito y disponible en 8 idiomas para no perderse detalle.
No hay mejor manera de empezar esta aventura que visitando más de 20 regiones vitivinícolas en 17 países sin movernos del sitio. Un magnífico audiovisual que sobrevuela en helicóptero viñedos de todo el mundo. Así contemplamos como el cultivo de la vid modela y trasforma el paisaje apoderándose del territorio. Todos bellos, todos únicos. Comenzamos así a entender, cómo a lo largo de la historia, el viñedo y el vino van de la mano de la historia de la humanidad. Y de cómo el clima, las características del suelo, las estaciones, etcétera, forman parte de su ADN y quizás también del de los hombres y mujeres que plantan, cuidan, vendimian y elaboran este líquido que es patrimonio cultural universal. La magia de la metamorfosis de la uva sigue intacta a pesar de los avances tecnológicos que acompañan al proceso de su elaboración. Vinos que se agrupan en familias cada una de ellas con infinidad de variantes. En los “Retratos del vino”, pantallas camufladas en enormes botellas de madera, guían al visitante en una exploración de un universo olfativo y estimulante que le descubrirá un abanico repleto de aromas, sonidos, leyendas e historias. Afrutados, selectos, de mesa, blancos, tintos, rosados, espumosos, vinos para celebraciones… todos están aquí.
El buffet de los 5 sentidos
Otro líquido elemento, el agua de mares y ríos ha desempeñado un papel fundamental como transmisor de cultura y medio de transporte de mercancías, entre ellas el vino. “Vinos sobre el agua” nos muestra esta relación intrínseca y esencial. Desde las tierras altas del Cáucaso los viñedos se extendieron por toda Europa Occidental. El Duero, el Garona, el Sena, el Rin, el Ródano o el Loira, entre otros fueron testigos de ello.
La vuelta al mundo de los viñedos
Culturas lejanas igualmente están presentes: el vino es universal. “La galería de las Civilizaciones” y “El vino divino” son miradas a su historia sus ritos y su carácter mágico y simbólico. Se halla en la Biblia, en las ceremonias y rituales del Antiguo Egipto, de Roma, de Grecia… Su simbolismo es evidente en el mundo del arte y el ceremonial que ya forma parte de nuestra memoria. Un viaje arqueológico fascinante e iluminador que nos hará reflexionar. “El banquete de los hombres ilustres” imagina a célebres comensales compartiendo experiencias enológicas en torno a una mesa: Churchill y Voltaire, Colette y Napoleón, Thomas Jefferson y Rabelais, una sobremesa imposible pero cautivadora. “Baco y Venus” habitan un universo artístico en una cúpula justo encima de nuestras cabezas para revelarnos el aspecto más sensual del vino a través de asombrosas obras de arte. Incluso los más pequeños disfrutarán especialmente en “El buffet de los 5 sentidos”, un festival de aromas, colores e imágenes. Un juego en el que la memoria, la evocación, las emociones y la imaginación marcan las reglas.
Espacio "La metamorfosis del vino"
Talleres enoculturales, espacios para la restauración, exposiciones temporales, espectáculos, debates… Como colofón, el precio de la entrada incluye la degustación de una copa de vino a elegir entre una cuidada selección de vinos de todo el mundo en la planta Belvédère, un mirador privilegiado (360º a 35m de altura) sobre la ciudad.
Espacio "Retratos de Vino"
En definitiva, una abultada agenda cultural, gastronómica y de ocio que lo convierten en una referencia imprescindible de la ciudad de Burdeos y de la región de Nueva Aquitania.