A 16 años del motín de la cárcel de Quatre Camins, en La Roca del Vallès, comienzan este lunes las cuestiones previas e interrogatorios a 47 de los 56 acusados. El acuerdo supondría aceptar los hechos ocurridos en 2002 y rebajar las penas evitando los diez días de juicio previstos.

Según han informado fuentes judiciales, en total son 47 acusados de los 56 iniciales a los que acusaba la Fiscalía, porque ocho han muerto desde entonces y uno fue declarado incapaz. Además, 19 se encuentran actualmente ingresados en centros penitenciarios --18 en prisiones catalanas y uno en Zaragoza-- y el resto están en libertad.

Acusaciones

Este juicio del Juzgado Penal 1 de Granollers (Barcelona) está previsto en la Ciudad de la Justicia barcelonesa por cuestiones de espacio y seguridad, ante el elevado número de acusados y porque algunos siguen encarcelados por causas diversas.

La Fiscalía pide en concreto, cinco años de prisión para 54 acusados y 10 años de prisión para los otros dos.  

Los hechos

Los hechos ocurrieron el 29 de mayo de 2002 a raíz de una “huelga de brazos caídos” instigada por algunos internos desde días anteriores con el objetivo de conseguir una mejora de los derechos y condiciones.

En su escrito de acusación, el fiscal relata cómo ese día, cuando sonaba la sirena para volver a las celdas después de cenar, los reos del Módulo I y después los del II comenzaron a soliviantar los ánimos al grito de “Venga, que entren los Mossos si hay cojones” y “A la guerra”.

Acciones violentas

Los amotinados, armados con palos, piedras y hierro, se fueron reuniendo en el patio y, con propósito común, procedieron a agredir a funcionarios de prisiones "que trataban de disuadir su comportamiento dado el cariz extremadamente violento que iban tomando los acontecimientos".

Se subieron al tejado de los módulos para eludir la acción de los Mossos d'Esquadra que acudieron a "disolver la revuelta", explica el fiscal, que además recoge en su descripción los daños materiales causados por los amotinados en los cuadros de luces, puertas y ventanas.

La otra campana

La esposa de uno de los acusados ha valorado ante los medios que es una injusticia total que hayan tenido que pasar 16 años para que su marido se siente en el banquillo, cuando ya ha rehecho su vida y tiene tres hijos: "Se debería haber hecho mucho más rápido".

"La justicia española no funciona nada bien porque ha pasado mucho tiempo", ha lamentado, además de puntualizar que, tras la renuncia de su anterior abogado, su actual letrada recibió el expediente el pasado jueves, por lo que casi no ha podido preparar el caso. Ha asegurado que su marido, que en total pasó 13 años en prisión por varios delitos, se vio obligado a participar en el motín porque, si no, hubiera "recibido palos" de los instigadores.