El informe elaborado por la División de Investigación Criminal de Sant Feliu de Llobregat de los Mossos d'Esquadra sobre el volcado del teléfono móvil de Rosa Peral aporta muchísima información sobre la vida privada de la agente, pero muy pocos datos reveladores sobre lo que ocurrió el día 1 de mayo, cuando su novio, Pedro Rodríguez, perdió la vida.
Los Mossos d'Esquadra concluyen que, a partir de los cientos de mensajes que la pareja intercambió durante los meses en los que duró su relación "ambos mantenían una vida familiar con un cordial grado de compromiso”. Los agentes han detectado algunos mensajes de WhatsApp que evidencian la voluntad de la pareja, por ejemplo, para tener descendencia. En este sentido, aparecen mensajes sobre las fechas y resultados de distintas pruebas de fertilidad tanto de Rosa Peral como de quien entonces, en el mes de marzo del 2017, ya era su pareja oficial y estable, Pedro Rodríguez.
Tormenta y paz
Los mensajes, sin embargo, demuestran que la relación entre ambos se caracterizaba por continuos altibajos derivados del fuerte carácter de cada uno.
Los Mossos han detectado que tras cada discusión de pareja, se iniciaba una dulce etapa de reconciliación cargada de mensajes de carácter romántico y de muestras inequívocas de quienes quieren mantener una relación duradera.
Rosa Peral con Pedro en una foto extraída del móvil de ella / CG
Un malentendido
El único momento de verdadera tensión en la pareja se produjo el 30 de enero de 2017, cinco meses antes de que se produjeran los hechos por los que Peral y su examante, Albert López, permanecen en prisión .
Según aparece en el informe del cuerpo catalán, ese día Rosa Peral, que ya llevaba varias semanas de oficial relación con Rodríguez, le envió un WhatsApp a Albert López en el que le decía: "Te echo de menos”. Este mensaje ha llamado poderosamente la atención a los investigadores de los Mossos que lo han subrayado en el informe. En una conversación con este medio, Peral ha explicado el motivo de se mensaje.
“Me enfadeé y me ofusqué”
“Un día antes, les dije a unas amigas mías de la Guardia Urbana que estaba muy enamorada y que Pedro me había planteado casarnos. No una, sino tres de esas amigas me dijeron que sabían que Pedro le había hecho esa propuesta a, al menos, otras cuatro chicas recientemente. Me dijeron que me fuera con cuidado y que no me fiase. Yo, en vez de aclararlo con Pedro, me ofusqué y le mandé ese mensaje a Albert. Fue como un golpe de despecho”.
Albert López, poseído por los celos, le reenvió ese mensaje a Pedro y éste, contrariado, llamó a capítulo a Rosa: “Sí, discutimos. Le dije que lo del mensaje era cierto, pero que me había dolido mucho que fuera por ahí pidiendo la mano a todas las chicas que se encontraba. Él me dijo que era mentira, que nuestras cosas las debíamos hablar y, tras reconciliarnos, decidimos empezar de nuevo. Así, en los siguientes meses nuestro amor fue a más y todo eran proyectos de futuro. Pedro ya estaba instalado definitivamente en mi casa. Hasta que Albert nos truncó todo el día 1 de mayo”.
Rosa Peral con Pedro en una foto extraída del móvil de ella / CG
El informe policial constata que tras la muerte de Pedro, los teléfonos de Albert López y Rosa Peral registraron mucha actividad “encaminada a dar una sensación de aparente de normalidad a lo ocurrido”.
Sin sangre en la pared
Por otro lado, el informe preliminar de los Mossos confirma que no apareció rastro alguno de sangre en la pared inspeccionada por la policía científica el pasado día 12 en la habitación del domicilio de Rosa Peral donde, supuestamente, se produjeron los hechos. Se confirman cuatro muestras de sangre en el suelo y ahora se analiza si pertenecen a no a ser humano o animal.