Uno de cada tres niños reconoce que en su clase existen situaciones de acoso escolar o bullying, mientras que el número de casos donde las agresiones se producen en grupo ascendió al 66,7% en el 2017, cuando en años anteriores era del 55%.
La mayoría de alumnos (62%) piensa que los acosadores actúan por creerse mejores que sus compañeros, mientras que otros opinan que es un divertimento o una venganza, según las encuestas realizadas a estudiantes y profesores que han participado en programas de prevención del bullying el año pasado.
Higiene, dinero, comportamiento, cultura
Como principales causas del acoso destacan la forma de ser de las víctimas (55,9%), su aspecto físico (52,1%), por las cosas que dice o hace (41,7%), porque huele mal o va sucio (21,9%), por sus gustos (21,8%), por ser de otra cultura, raza o religión (19,3%), por tener buenas/ malas notas (16,6%), por ser nuevo (16,4%) y por tener mucho/poco dinero (7,3%).
Los insultos y las agresiones físicas son las formas más habituales de acoso, alrededor del 85% en ambos casos, seguidas de las diferentes formas de presión psicológica (aislamiento, exclusión y difusión de rumores) que sufre el 33,7% de las víctimas.
Un tipo de maltrato
En esta línea, el 97,7% de los alumnos ya ve el bullying como un tipo de maltrato, mientras quienes lo ven como una broma o algo normal se sitúan en el 1,6% (en 2016 era un 5,4 %), según los datos de ANAR y Mutua Madrileña con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar, que se conmemora el 2 de mayo.
En cuanto a lo que el propio alumno cree que puede hacer para frenar el acoso, el número de chicos que ven en la unión entre compañeros la medida más efectiva ha aumentado hasta el 80,3% frente al 65,7% en 2016, mientras que el 73,5% apuesta por pedirle ayuda directamente al profesor y el 35,4% decírselo a los padres.
La opinión de los profesores
Por su parte, los profesores creen que los talleres de concienciación y las charlas de especialistas son las intervenciones más efectivas en los centros educativos para hacer frente a ello. La mayoría de los docentes encuestados coincidieron al señalar que los complejos, los problemas de inseguridad, la baja autoestima o el miedo al rechazo son las características principales del acosador, seguidas de la agresividad y el sentimiento de superioridad.
Para el 64,8% de los profesores resulta muy decisivo la presión del grupo y la normalización de la violencia en la vida cotidiana (56,4%) como aspectos decisivos para que se produzca acoso escolar.