Bautizado como Inuka, era el único oso polar de la historia nacido en el trópico. Un animal exótico y un caso excepcional en la naturaleza que ha muerto a los 27 años de edad en Singapur. Según ha anunciado Wildlife Reserves Singapore, la reserva zoológica en la que se encontraba, ha fallecido después de que sufriera problemas de salud a consecuencia de la avanzada edad con la que se encontraba. Un examen médico el día 3 de abril confirmaba su deteriorado estado.
“Con gran pesar, decimos adiós a nuestro querido oso polar Inuka esta mañana. A pesar de los mejores esfuerzos de su equipo veterinario, el estado de Inuka se agravó y se adoptó la decisión, difícil pero necesaria, de no reanimarlo”, rezaba el comunicado emitido por el organismo. El equipo de veterinarios del zoológico de Singapur tuvo que acabar sacrificando al animal porque estaba sufriendo dolor y molestias por una serie de heridas que sufría en patas y abdomen.
El oso polar tropical Inuka durante un análisis médico /EFE
Superando la esperanza de vida de los osos polares
Inuka nació el 26 de diciembre de 1990 en el Zoo de Singapur. Su madre fue Sheba, una osa nacida en cautividad que llegó a este país asiático procedente de un zoológico alemán y su padre era conocido como Nanook, un oso nacido en libertad que pasó por el zoo de Winnipeg, Canadá, antes de que llegase a Singapur para ser emparejado. El nacimiento de Inuka fue considerado como un regalo de Navidad en el zoo.
La esperanza de vida de un oso polar macho que vive en libertad suele oscilar entre los 15 y los 18 años de edad. Inuka, en su caso, superó ampliamente este promedio alcanzando los 27 al vivir en cautividad y bajo supervisión. Se estima que la edad que tuvo este oso podría ser equivalente a los 70 años de un ser humano.