Una nueva polémica racista ha vuelto a generar debate en Estados Unidos. En esta ocasión, el incidente ha tenido lugar en un gimnasio de la cadena LA Fitness en New Jersey. Dos jóvenes negros estaban en el gimnasio, cuando un empleado se acercó a pedirles que pagaran o se fueran. Uno de ellos era socio y el otro había adquirido un pase para cuatro días. Los clientes argumentaron su derecho a estar en el recinto, pero pese a ello los trabajadores llamaron a la Policía.
LA Fitness ha anunciado que ha despedido al gerente y a otros dos empleados después de que Tshyrad Oates, uno de los jóvenes negros que fueron discriminados, subiera a Internet el vídeo en el que se veía a los policías en el establecimiento.
Amenaza de expulsión
"Les explicamos acerca de nuestro pase de invitado y volvimos a escanear la tarjeta de miembro de mi amigo y resultó que el estado era 'activo actualmente'. (El empleado de LA Fitness miró la pantalla de la computadora que mostraba el estado actual de los miembros y no dijo nada) ", escribía Oates en Facebook.
Posteriormente comenzaron de nuevo a entrenar hasta que diez minutos después llegó un gerente de LA Fitness y les pidió que se fueran sin motivo, amenazándoles con terminar la membresía de uno de ellos. Posteriormente llegaron cinco agentes que les rodearon y les pidieron que se fueran.
Ante esta actitud, Oates explica que su amigo se sintió “racialmente perfilado y avergonzado” por el tratamiento de los trabajadores ante otros usuarios del gimnasio. Después de esta situación, las redes sociales de la cadena de gimnasios se han llenado de mensajes de usuarios criticando a la compañía y notificando sus bajas del mismo.
La semana pasada, la cadena de cafeterías Starbucks protagonizó un incidente similar en una franquicia en Filadelfia después de que la Policía, a petición de un trabajador del local, arrestase a dos hombres afroamericanos por negarse a abandonar el local porque estaban sentados esperando a un amigo.