Un informe aprobado por el Congreso y el Senado propone una ley que controlará a los menores de 18 años que hayan consumido alcohol. La iniciativa implica la utilización de los aparatos para “soplar” o alcoholímetros en las calles donde haya menores haciendo botellón o jóvenes bebiendo por la calle.
El consumo en la vía pública estaría prohibido en la futura ley de ámbito nacional, con la excepción de terrazas y áreas autorizadas. En la mayoría de las comunidades autónomas ya está vetado el consumo en las calles pero el problema es que muchos jueces levantan las sanciones a los menores.
Responsabilidad de los padres
Según El Periódico, el informe propone “habilitar a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para hacer, en menores de edad, pruebas en aire expirado o requisar envases con supuesto contenido de bebidas alcohólicas si hay menores consumiendo y pruebas de confirmación a demanda”. El próximo martes se someterá a votación dicho informe.
El objetivo de recabar material probatorio es hacer más accesibles las sanciones, tanto a los menores como a sus padres con trabajos “a favor de la comunidad”. En los casos más graves, de reincidencia, podrían quedar afectados los derechos de custodia de los progenitores.