El magnate de la noche mallorquina, Bartolomé Cursach, ha abandonado este jueves por la noche la cárcel de Palma tras depositar la fianza de un millón de euros que le impuso el juez que investiga el caso. Cursach, acusado de cohecho, coacciones y organización criminal, consiguió reunir en cinco horas la abultada cifra después de que la Audiencia de Baleares le comunicara que aceptaba parcialmente su recurso de apelación y aceptaba dejarle en libertad bajo fianza y con medidas cautelares.
El dueño de las discotecas de Palma BCM y Tito's podrá dormir en su domicilio, pero tendrá que comparecer semanalmente en un juzgado, los lunes, y ha tenido que entregar su pasaporte. Además, tiene expresamente prohíbido abandonar la isla de Mallorca sin previa petición expresa, siendo el único destino disponible el resto de España.
Motivos médicos
La Audiencia de Baleares ha estimado, en parte, el recurso de apelación presentado por su defensa aludiendo, entre otras razones, a motivos médicos y la cercanía de la apertura de juicio de una de las piezas en las que está investigado.
La Sala considera que el riesgo de que haya agresiones a testigos del caso por parte del entorno de Cursach, como ha ocurrido anteriormente, ha disminuido. Desde que Florian Bogdan Puscasiu, uno de los matones de Cursach, fuera condenado a tres años y dos meses de cárcel por agredir al testigo protegido número 29 del caso, no se han producido otras agresiones.
Por ello la Audiencia considera que: "Desde que han sido enjuiciados los autores de tales hechos por los Juzgados de lo Penal no se han repetido dichos actos, estando todas las penas recaídas en fase de cumplimiento por lo que estimamos que en el presente momento, ante la respuesta judicial, el riesgo se ha atenuado; al igual que el riesgo de reiteración delictiva, que inicialmente se apreció, que se estima mitigado por la propia investigación judicial y presión mediática del caso en línea con resolución anterior de la Sala", tal y como se indica en el auto.
Sin riesgo de fuga
Uno de los temores de la Sala y los Fiscales del caso es el elevado riesgo de fuga que tenía Cursach. Ahora, la Sala entiende que pese a "su elevada capacidad económica" el riesgo de fuga se ha atenuado "por el tiempo transcurrido desde el ingreso en prisión, más de un año, junto con los vínculos familiares y empresariales sólidos que mantiene el investigado en la isla de Mallorca (lugar donde radica su domicilio y residen sus hijos y familia directa) así como la edad del investigado de 72 años y el embargo de sus cuentas bancarias habiendo ofrecido sus inmuebles en la isla como garantía de sus responsabilidades civiles a que pudiera haber lugar".