El escándalo Cifuentes ha encendido al colectivo estudiantil que apenas puede costearse estudios universitarios por asfixia económica. Los becarios han visto en cinco años rebajadas las cuantías de las ayudas públicas en un 20%. Además, según datos del propio Gobierno, cada año se deniegan el 40% de las solicitudes y se reclama la devolución a más de 25.000 beneficiarios (140.000 en cinco años) por no reunir los requisitos cambiantes o haber contratado una polémica beca-préstamo, lo que puede tener relación con el descenso del número de universitarios.
Este colectivo de becarios endeudados y morosos es el más indignado con manifestaciones estos días en el campus de la Universidad Rey Juan Carlos y las calles de Madrid. “A Cifuentes le regalan un máster mientras nosotros estamos ahogados. Es un agravio, una indecencia”, asegura un portavoz de la Asociación de Afectados por los Prestamos Renta Universidad, que reúne a más de 300 afectados.
Cristina Cifuentes en la Asamblea de Madrid / EFE
Oportunidad de futuro
Se trata de jóvenes que a partir de 2007 pidieron un préstamo para cursar másteres oficiales, como los de Cristina Cifuentes y Pablo Casado, promocionados por el Gobierno Zapatero bajo el eslogan Una oportunidad de futuro. El Ministerio de Educación les aseguró que no tendrían que devolverlos si ingresaban por debajo de 22.000 euros al año.
Pablo Casado, muestra toda la documentación sobre su máster de la Universidad Rey Juan Carlos / EFE
Pero, en los años siguientes, bajo la batuta de José Ignacio Wert, se eliminó esta cláusula “sin informar a los solicitantes”, según la plataforma que los aglutina. Unos 15.000 estudiantes necesitados se acogieron a estas ayudas que han resultado “como un crédito cualquiera”.
Demanda sin resultados
Muchos de ellos están hoy en paro o con un trabajo tan precario que no pueden devolver los 12.000 euros que recibieron de media. En 2016 presentaron una demanda colectiva al Ministerio de Educación, pero sin resultado. Los bancos colaboradores los demandan, les amenazan con llevarlos a los tribunales por impago e incorporarlos a los ficheros de morosidad.
Manifestación de universitarios pidiendo la dimisión de Cifuentes / CUATRO
“Para más inri, el dinero de los préstamos era público, provenía de una línea de crédito del ICO”, asegura Juan Gómez, uno de los damnificados, que cursó un máster de Bellas Artes, con excelentes calificaciones y escasas repercusiones en su futuro laboral.