Gastronomía Solidaria es una ONG abanderada por el chef Chema de Isidro y su esposa Beatriz Burgos. Se trata de una asociación aconfesional e independiente que nace con el objetivo de dar formación, en el ámbito de la gastronomía tanto en cocina como en sala, a personas en riesgo de exclusión, o ya excluidas, para poder facilitarles una salida y un futuro profesional.
Chema lleva más de seis años colaborando en proyectos similares. De hecho, sigue involucrado en los proyectos de reinserción que realiza CESAL (ONG española dedicada a la cooperación internacional, la inmigración y la inclusión social).
Chema de Isidro con sus alumnos
De esta colaboración surgió la idea de fundar Gastronomía Solidaria para llegar a personas que se quedaban fuera de estos programas debido a los requisitos y trabas burocráticas que dificultan la óptima aplicación de estos planes de reinserción.
La andadura de este sueño comenzó con dinero de su bolsillo y con la ayuda totalmente desinteresada de amigos que creyeron desde el principio en este bello proyecto. “Dinero no tenemos, tenemos amigos”, cuentan con ilusión y con el orgullo de saberse respaldados por un sector, el de la hostelería, muy solidario. “Basta levantar el teléfono y la gente te responde”.
Sin ir más lejos, el próximo 18 de abril, los hermanos Hernández, Sergio y Roberto, del restaurante Taramara, organizan una cena solidaria en la que la totalidad de la recaudación irá a parar a esta ONG. También en el Salón de Gourmets, que se celebrará el próximo mes de mayo en Madrid, se darán cita alguno de los mejores chefs de este país en el estand de Gastronomía Solidaria: Joaquín Felipe, Pepe de Master Chef, Sacha Hormaechea, Juan Pozuelo de Telemadrid y Sergio Fernández de Canal Cocina, entre otros, apoyarán su causa.
Alumnos de Gastronomía Solidaria
Este altruismo incondicional y comprometido es el que permite a Chema y a Beatriz admitir en los cursos, sin ningún tipo de requisito previo, a todo aquel que lo necesite. La única condición es que vengan y se esfuercen. Eso si, no admiten alumnos que tengan a sus espaldas delitos sexuales. Trabajan sobre todo con chicos que pertenecen a bandas y que necesitan ayuda inmediata. “Aquí se sienten cómodos, nadie juzga a nadie”. Son como una gran familia y todo el equipo se esfuerza por ayudarles. Disponen de un “fondo de contingencia” para suplir necesidades básicas como pueden ser un abono de transportes o hacer una compra. Hasta ahora y a pesar de su corta vida, apenas un año, los resultados son muy esperanzadores.
La primera promoción compuesta por 15 alumnos, acaba de “graduarse” con éxito. Tres meses de formación y dos meses de prácticas en restaurantes de prestigio han dado sus frutos. Todos ellos, excepto uno que no aceptó la oferta, están trabajando en los restaurantes.
Los preparativos para el segundo curso, que tiene previsto su inicio en mayo, ya están en marcha: recaudación de fondos, eventos solidarios, cursos privados en la Escuela de Cocina, donaciones y la ayuda desinteresada de muchos: Paco Patón, Félix Soriano, Alfonso de Isidro, Mariano Andrés, Chema y Beatriz, todos ellos conforman el equipo humano de Gastronomía Solidaria.
Les acompañan también un nutrido grupo de cocineros: Joaquín Felipe, Annita Be Cool, Mariano Andrés, Raúl Ocete, Rebeca Hernández, Julius, Juan Pablo Felipe, Sergio Fernández, Juan Pozuelo, Cocinero Edu y Fran Vicente, por citar solamente algunos de una lista que aumenta día a día.
Junta directiva de Gastronomia Solidaria. Félix Soriano, Chema de Isidro, Beatriz Burgos y Paco Patón
“Nos gustaría hacer muchas más cosas pero dependemos de los fondos”. Pero no están solos en esta aventura. Ambos se consideran muy afortunados por estar rodeados de gente y colegas que les apoyan en todo momento.
“Los chicos se sorprenden de que les des algo y no les pidas nada a cambio. Estas personas tocan muchas puertas y de repente una se abre y les ofrece una salida”
Queda mucho por hacer pero este joven proyecto que se presentó en sociedad celebrando un evento al que llamaron Abordaje Solidario, parece que va viento en popa, y a bordo, una tripulación de lujo que hará todo lo que está en su mano para conceder segundas oportunidades.