Algunos rectores llevan advirtiendo desde la implantación del plan Bolonia de que la universidad española puede convertirse en una “fabrica de expedir títulos”, especialmente de másteres. Aunque no hay datos oficiales, la afluencia importantísima de alumnos chinos sustenta esa sospecha.
El año pasado, según el Ministerio de Educación, 3.586 estudiantes del gigante asiático cursaron estudios de posgrado en España. Solo fueron superados en número por colombianos, italianos y ecuatorianos.
Madrid y Cataluña, los preferidos
Los chinos matriculados en las universidades españolas se han extendido por toda España hasta 14.000, según fuentes de su embajada en Madrid.
Los campus madrileños y en menor medida los catalanes, por la exigencia de su idioma, los consideran un alumnado muy atractivo, un auténtico caladero. Y, según los alumnos españoles, también un coladero.
Un alumno de cada cuatro
La facultad de Comercio y Turismo de la Universidad Complutense de Madrid acoge este curso en un máster a 560 alumnos de esta nacionalidad del total de 2.045, es decir, uno de cada cuatro. Otro ejemplo: en el máster de investigación aplicada en medios de comunicación de la Universidad Carlos III, 23 de los 32 alumnos son chinos.
La Facultad de Ciencias de la Información está siendo el principal foco de polémica. Ha rizado el rizo. Estudiantes madrileños e hispanoamericanos denuncian que un 85% de sus compañeros en el máster sobre Investigación en Periodismo son chinos.
Pagan el doble
Se dan lecciones tan básicas que se debe explicar la diferencia entre ser y estar y tú y usted. Eso sí, pagan casi el doble por matrícula que un español (5.078 euros frente a 3.159).
“Nos sentimos engañados. El nivel es bajísimo y vergonzoso. Su presencia pone en entredicho la reputación de estos centros, ya que carecen de un dominio básico del idioma” aseguran Guillermo y Ana, dos de los minoritarios alumnos hispanos.