¿Has oído hablar alguna vez del hanami? Es una tradición japonesa que consiste en observar la belleza de los cerezos en flor, que comienzan a lucir sus mejores galas con motivo de la primavera. Un espectáculo sin igual que atrae a millones de turistas y nativos cada año. Tal es su influencia en la cultura nipona, que el resto del mundo ha querido sumarse también a este hermoso fenómeno. Incluida Cataluña.
La filosofía del hanami
En Japón, la flor del cerezo, que recibe el nombre de sakura, tiene un significado muy especial. Los guerreros samuráis adoptaron esta figura como emblema, invocando la inmortalidad, la gloria y la victoria en la batalla.
Una conexión que se remonta también al seppuku, es decir, el ritual de suicidio que seguían los guerreros para evitar la deshonra. Este debía realizarse siempre delante de un cerezo, cuyas flores adoptan un color blanquecino al comienzo de la estación. Cuando éstas se tornan en rosadas, se dice que es consecuencia de la sangre derramada por los valientes.
Donde disfrutar del hanami en Cataluña
A pesar de que la tradición nació a kilómetros de distancia, también es posible disfrutar de este prodigio de la naturaleza en tierras catalanas. Más concretamente en Sant Climent de Llobregat. En este pequeño pueblo situado muy cerca de Barcelona, los cerezos cubren las colinas con un manto blanco. Al igual que en Arenys de Munt, Soses o Segrià i Lleida donde se organizan rutas guiadas a pie para descubrir el esplendor floral.
El valle de Aitona es también un punto de interés que no debemos pasar por alto. A través de 8.400 hectáreas, inmensos campos de cultivo de cerezas, almendras, melocotones, nectarinas y paraguayos crean un paisaje más propio de los cuentos de hadas. Prepara la cámara de fotos y planifica la escapada. ¡Damos por inaugurada la primavera!