Las previsiones meteorológicas auguran una Semana Santa más cálida, pero sin cotas muy elevadas. La borrasca Hugo ya ha abandonado la península, pero mantiene en alerta a más de una decena de provincias. En este sentido, Tarragona continúa en alerta amarilla por posibles rachas de viento, mientras que Lleida continúa en riesgo de fuertes nevadas, donde la cota se sitúa a partir de este lunes entre los 900 y 1.200 metros.
En el resto de Cataluña, se prevé una semana tranquila, donde las lluvias podrían dejar algunos chubascos en el litoral catalán y el este de la comunidad. Los termométros no pasarán de los 18 grados, aunque el frío volverá el jueves y el viernes Santo.
Estado del tráfico
Tras el arranque del primer fin de semana de Semana Santa, en el que se producieron grandes aglomeraciones de vehículos en las salidas de los tramos urbanos, la DGT y el Servei Català de Trànsit, no esperan complicaciones durante la semana hasta el miércoles santo, cuando alrededor de nueve millones de coches vuelvan a ocupar las carreteras españolas para disfrutar del último tramo de la festividad de Pascua. Otra de las preocupaciones serán las inclemencias del tiempo. Se espera que las lluvias y el viento puedan retrasar las primeras salidas y provocar algunos colapsos en los kilómetros más cercanos a los grandes núcleos urbanos.
De nuevo, los núcleos urbanos cercanos a la costa así como zonas de montaña serán los lugares elegidos por la mayoría de los españoles. En Cataluña, las localidades costeras y las zonas d'esquí serán los puntos de mayor afluencia.
Ocupación hotelera
La elección en Cataluña se divide entre mar y montaña. Pese a la llegada precoz de la Semana Santa, que concluye a finales de marzo, las previsiones anticipan una alta ocupación, que aun así no superará la campaña de récord de 2017. Las nevadas en las zonas de alta montaña garantizan una fuerte presencia de esquiadores en las comarcas de montaña, aunque las zonas de costa prevén un lleno gracias a las distintas propuestas turísticas.
Con el vacío local en Barcelona, que se llenará de turistas extranjeros, con una ocupación de alrededor de un 80%, las provincias de Lleida, Tarragona y Girona auguran un turismo nacional. Pistas de esquí como Baqueira Beret, Masella o Vallter 2000 acumulan hasta tres metros de nieve en este final de campaña, situación favorable para aquellos que decidan pasar unos días de descanso disfrutando de los últimos días de esquí, lo que hace preveer una ocupación del 90%.
En Girona, la ocupación ronda cifras entorno al 85%, aunque la Costa Brava no superará el 75%. Además, se reducirán los días de ocupación. La mayoría de hoteleros confiesa que la estancia media se sitúa entre dos y tres jornadas, algo inferior comparada al año pasado, cuando fue de entre cuatro y cinco días.
Tarragona, por su parte, espera una menor afluencia de turismo por la climatología adversa que ha alejado al sol de la Costa Daurada durante las últimas semanas.