La frustración por la detención en Alemania del líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, se ha visibilizado. Tras las protestas y altercados en Barcelona de este domingo, en la ciudad de Mataró el objetivo de las críticas se ha personalizado en el magistrado que instruye la causa sobre el referéndum ilegal del 1 de octubre, Pablo Llarena.
La capital del Maresme despertaba este lunes con varias pintadas en el Juzgado contra el autor de reactivar la orden europea de detención y en contra de la justicia española.
"Llarena hijo de puta"
"Llarena hijo de puta". "Justicia es mafia". "Libertad presos políticos". Estas eran las principales pintadas que cubrían la fachada y suelo del edificio, sin que se conozca por el momento los autores de las mismas.
Después de las pintadas hechas por la rama juvenil de la CUP, Arran, en la que creían que era la casa del juez Llarena en la Cerdanya con el fin de señalarlo, la Fiscalía ha decidido investigar el acoso y planea subministrarle protección.