La policía francesa ha matado al terrorista que se había atrincherado en un supermercado de Trèbes, en el sureste del país, tras haber acabado con la vida varias personas y tras atacar a cuatro agentes que hacían deporte en Carcasona. Los intentó atropellar y disparó contra ellos, hiriendo a uno.
Posteriormente, el sospechoso, un ciudadano de 30 años de origen marroquí, entró en el Super U de Trèbes al grito de Alá es grande (consigna habitual de los miembros de Dáesh antes de atentar).
Las autoridades han elevado a tres el número de víctimas mortales de una cadena de ataques atribuidos a este individuo. Varios medios han asegurado que estaba fichado por su posible radicalización. El Gobierno ha reconocido que todos los indicios apuntan a que se trata de un acto terrorista. El ministro del Interior, Gérard Collomb, se ha desplazado a la zona, así como el fiscal de París, François Molins.
Solidaridad
El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha informado hoy que "por el momento" no consta que haya ningún español involucrado en el secuestro ocurrido en el interior de un supermercado de la localidad francesa de Trèbes, junto a Carcasona, en el sur del país. Hay que recordar que el terrorista había tomado rehenes, liberados antes de la entrada de las fuerzas policiales.
Preguntado por lo ocurrido en la rueda de prensa al término de la reunión del Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha transmitido al Ejecutivo francés "toda su solidaridad" y ha confiado en que "esto se resuelva de la mejor manera posible".
Sin españoles
Junto a Méndez de Vigo, el titular de Exteriores ha detallado que el consulado español en Perpignan está "siguiendo atentamente la cuestión" y ha informado de que "por el momento, no consta que haya ningún español involucrado".