Según consta en la información sumarial a la que ha tenido accesos este medio, los psicólogos que han analizado el estado anímico de las dos hijas de la guardia urbana Rosa Peral (de 4 y 6 años cuando ocurrieron los hechos del pantano de Foix, sobre la muerte violenta de la pareja de Rosa, el también guardia Pedro Rodríguez) concluyen que ninguna de las menores sufre el más mínimo atisbo de “trastorno de estrés postraumático (ETPT), ni sintomatología clínica ni trastorno reactivo”.
El estudio fue realizado en julio del año pasado, dos meses después de que Rosa Peral fuese detenida junto a Albert López como presuntos autores del homicidio del Pedro Rodríguez quien, el 4 de mayo, apareció calcinado en el maletero de su coche abandonado en el pantano de Foix.
¿Trastorno postraumático?
Llama poderosamente la atención este diagnóstico ya que no parece el que cabría esperar en relación a unas niñas que estaban en el lugar del crimen el día de autos y que habrían visto (al menos una de ellas) a su madre manchada de sangre.
Tal y como declaró ante la juez de Instrucción número 8 de Vilanova i la Geltrú, la actual compañera sentimental del exmarido de Rosa Peral, una de las niñas le dijo aquella noche (el 1 de mayo) que vio a su madre nerviosa y manchada de sangre. Sin embargo, a pesar de haber sufrido esa terrible experiencia traumática según lo relatado por la madrastra, los psicólogos no detectan el más mínimo desencaje, alteración o disfunción en la conducta de la niñas ni en su estado anímico. Se impone la idea, pues, de que las niñas no fueron testigos de ninguna imagen o escena anormal, contrariamente a lo declarado por la madrastra.
“Las niñas presentan un comportamiento adecuado, correcta adecuación a la escuela, y no precisan intervención de trauma”, añade el informe.
Los contactos madre e hijas, necesarios
Las profesionales de la Dirección General de Familia de la Generalitat van, incluso, mas allá y recomiendan de forma explícita los contactos entre las menores y su madre aunque ésta se encuentre todavía en prisión. “Es necesario velar por que las niñas recuperen la relación materno-filial aunque estos contactos se hicieran de forma supervisada”.
Las dos psicólogas que firman este informe solicitado por la juez de familia que dirime el contencioso de divorcio entre Rosa Peral y su exmarido Rubén Carbó son partidarias de que las niñas retomen el contacto con su madre aunque "sea en un espacio privativo de libertad".
Ella, asintomática
Este medio ha tenido acceso, además, a los informes psiquiátricos a los que se ha sometido a los dos detenidos por el crimen de la Guardia Urbana por orden de la juez de Vilanova.
De Rosa Peral se concluye que “la exploración clínica practicada no objetiva la presencia de patologías psíquicas previas a los hechos. Por otra parte, la exploración psicométrica complementaria efectuada constata la ausencia de trastorno de personalidad”.
Él, histriónico y compulsivo
Por lo que respecta al estudio al que ha sido sometido Albert López, el guardia urbano encarcelado, en la clínica médico forense de Vilanova, los facultativos le describen como “un hombre de rasgos histriónicos, con conductas de manipulación o de intento de manipulación y actuaciones de tipo compulsivo con posibilidad de mostrar comportamientos disfuncionales fuera de entornos normativos”.