Los diputados del Congreso están a punto de perder uno de sus polémicos privilegios: los gintonics y cubatas a precio de saldo. Y es que el concurso que acaba de publicar la Cámara Baja para renovar la adjudicación del servicio de restauración no incluye estos combinados, que hasta hace unos años se ofrecían a sus señorías a 3,40 euros (o a 4,20 euros en el caso de los whiskies de reserva).
En realidad, estas bebidas alcohólicas ya saltaron a última hora del pliego de condiciones que limita los precios en la anterior adjudicación --en 2013-- tras el escándalo que se generó, pero su retirada no implicó reducir la subvención que recibe el concesionario por prestar el servicio de restauración. En esta ocasión, en cambio, ni siquiera se ha valorado la posibilidad de incluirlos en el listado.
Precios de derribo
El nuevo contrato establece un período de concesión de 18 meses --desde el 1 de octubre de 2018 al 31 de marzo de 2020-- por 1.575.000 euros, con una posible variación del 20% (315.000 euros) y una prórroga de nueve meses por 735.000 euros. Es decir, la adjudicación total podría alcanzar los 2.625.000 euros.
La empresa que se quede la concesión deberá ofrecer, por ejemplo, un menú de dos platos, postre, pan y bebida por un máximo de 9,28 euros (con la posibilidad de un plato extra por dos euros); un plato combinado por 6,50 euros; un sandwich mixto por 2,58 euros; un bocadillo caliente por 3 euros; un desayuno o merienda continental por 1,08 euros; un café solo por 0,88 euros; un zumo de naranja por 1,75 euros; un churro por 0,26 euros; una porra por 0,37 euros; un yogurt por 0,98 euros; una caña de cerveza por 0,96 euros, o una copa de vino blanco por 1,19 euros.