La pobreza en Cataluña ya no es sólo cuestión de inmigración. Según el informe sobre formación e inserción laboral presentado por la Fundación Formació i Treball en el marco de sus 25 años, mientras en 1992 las personas atendidas eran en un 51% de procedencia española, en 2017 lo es el 62%, un 11% más.
“Los datos nos hacen ver que la pobreza llega a la fundación, recibimos mucha más población local que hace 25 años”, confiesa Marina Arnau, directora del área de Inserción e Intermediación de la Fundación. Quienes más se acercan a buscar formaciones específicas para conseguir trabajo son, además de españoles, mujeres y personas jóvenes, advierte el informe.
Exclusión social joven
La Fundación Formació i Treball nació en 1992 promovida por Cáritas y su principal función es la de formar, para luego insertar en la vida laboral, a personas en riesgo de exclusión social. Sus ingresos el pasado año alcanzaron los 1,5 millones de euros, mientras que el valor social alcanzado superó los 20 millones.
Desde 1992 hasta la fecha, los atendidos tienen entre 25 y 45 años, aunque a lo largo de la última década el número de menores de 25 años ha crecido de forma exponencial.
Más mujeres
Arnau, explica en rueda de prensa de la presentación del informe, que si bien tanto hombres como mujeres han sido usuarios de sus servicios --y por lo general con un ligero predominio masculino-- en los últimos años la tendencia ha cambiado. Si en 2004 el 60% eran hombres y el 49% mujeres, en 2017 el 48% eran hombres y el 52% mujeres.
En cuanto a la procedencia, además del 62% de españoles, el resto se divide entre 15% usuarios de América Latina y el 10% de Marruecos. “Todas estas personas no vienen solas en busca de nuestra ayuda, sino que son derivadas de servicios sociales del propio Cáritas o municipales, o bien de centros penitenciarios”, detalla el presidente de la Fundación, Ángel Cánovas.
17% más de inserción laboral
En 2017 la fundación impartió formación a 909 personas de las cuales un 40% se incorporó al mercado laboral en menos de 12 meses. En cuanto a la inserción laboral, según el informe de la propia fundación unas 811 personas se integraron a empresas externas, un 17% más que el año anterior.
Cánovas asegura que la ETT (la fundación opera como una empresa de trabajo temporal) se ha consolidado como “la empresa líder que logra más inserción laboral en el Estado”.