Los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 y 18 de agosto del año pasado fueron un último intento a la desesperada. Cuando se cumplen seis meses de los ataques, cada vez se conoce más información sobre cómo y por qué actuaron así los terroristas. Una de las principales incógnitas de la investigación era la razón por la que los integrantes de la célula de Ripoll habían viajado a París cinco días antes de atentar en Cataluña.
El motivo fue estudiar el terreno, ya que su objetivo era atacar la Torre Eiffel y la Sagrada Família a la vez, según una información que publica este sábado El Periódico de Catalunya. Su visita a la capital francesa entre los días 11 y 12 de agosto --donde fueron en un Audi que después usaron para desplazarse de Barcelona a Cambrils-- les sirvió para estudiar el terreno y determinar dónde colocarían una furgoneta con explosivos cerca del emblemático monumento.
Ningún encuentro
La primera hipótesis era que el viaje a París había servido a los terroristas para reunirse con un enlace exterior, posiblemente un miembro de Estado Islámico, para recibir instrucciones sobre el atentado. Sin embargo, la revisión de las imágenes de cientos de cámaras de seguridad de la capital francesa ha permitido seguir el recorrido que hicieron los integrantes de la célula en la ciudad y han mostrado que no se produjo ningún encuentro.
Además de la Torre Eiffel, en Barcelona querían atentar contra la Sagrada Família, un plan frustrado por la explosión en la casa de Alcanar desde donde planeaban el ataque. Así, atentarían contra un templo cristiano y uno de los monumentos más concurridos del mundo, erigido con motivo de la Expisición Universal de París de 1889, a la vez. En la capital catalana barajaban otra opción, que las investigaciones todavía no han desvelado.
La cámara de fotos
La pista que ha llevado a los investigadores a la hipótesis del doble atentado es una cámara de fotos que los que viajaron a París --Younes Abouyacoub y Omar Hichamy-- compraron en un Fnac. Los restos del aparato se encontraron entre los escombros de la casa de Alcanar. Las imágenes y vídeos hallados no se corresponden con las que sacaría un turista cuando visita otra ciudad.
Las colas para acceder a la Torre Eiffel, las calles por donde pasan coches cerca del monumento, puntos en los que circulan buses turísticos y restaurantes cercanos llenaban las fotos y grabaciones realizadas en París por los yihadistas.