Las mujeres que residen en Cataluña y que han sido sometidas a una mutilación genital tienen la posibilidad de someterse a una operación para reparar los daños, sin pagar. Se trata de “una cirugía sencilla, que requiere de material poco costoso e implica riesgos bajos”, explica el doctor Pere Barri Soldevilla, el primer médico que realizó la intervención en España.
Las víctimas son mujeres de un promedio de 27 años, de origen africano, y que han vivido su infancia y adolescencia aquí. Desde 2007 la Fundación Dexeus Mujer realiza la cirugía de reconstrucción del clítoris a las residentes en España. La Seguridad Social cubre desde 2015 los costes de la intervención.
Intervención de 45 minutos
Hospital Universitari Dexeus (Grupo QuirónSalud)
La operación dura unos 45 minutos y consiste en una cirugía que permite restituir anatómicamente el clítoris y otros órganos posiblemente afectados. Se consigue no solo recuperar su aspecto, sino también su capacidad sensitiva en el 75% de los casos.
El doctor Barri explica que las mujeres sometidas a la reconstrucción sí pueden tener hijos e incluso “dar a luz vía vaginal sin ningún problema”.
Sin mutilaciones en España
En la Dexeus, el 25% de las pacientes intervenidas han nacido en España, el 22% son originarias de Senegal, el 11% de Gambia y el 9% de Mali. El resto viene de Costa de Marfil, Guinea-Bissau, Burkina Faso, Etiopía, Egipto, Ghana y Kenia.
En relación con el porcentaje de mujeres que han nacido en España y que han sido mutiladas, el Dr. Barri detalla: “Hace años que no se detecta la práctica de la mutilación aquí. Desgraciadamente se trata de niñas que sufren la mutilación con motivo de un viaje a su país”.
Práctica tradicional
Mutilación genital femenina / EFE
La Fundación Wassu-UAB explica que la Mutilación Genital Femenina (MGF) “es una práctica tradicional perjudicial con fuertes y ancestrales raíces socioculturales”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), comprende aquellos procedimientos --que de forma intencional y por motivos no médicos-- alteran o lesionan los órganos genitales femeninos.
La MGF está reconocida internacionalmente como una extrema violación de los derechos humanos. La práctica “perpetúa la desigualdad de género y la discriminación, afectando seriamente la salud y el bienestar de mujeres y niñas”, según la información que proporciona la Fundación.
UNICEF estima que más de 200 millones de mujeres y niñas padecen las consecuencias de la MGF, y lo peor es que estiman que más de 30 millones de niñas se encuentran en riesgo de ser mutiladas durante la próxima década.
Necesidad de tratamiento psicológico
El médico pionero en la reconstrucción de clítoris en España reconoce que en la cirugía no se acaba el proceso. “Es fundamental realizar en paralelo un acompañamiento psicológico a todas las mujeres que deciden llevar a cabo la intervención”, el asesoramiento “psicosexual”, agrega Barri, se recibe antes y después del procedimiento.
Por la Dexeus han pasado 89 mujeres a las que se ha practicado la cirugía de reconstrucción tras la MGF. La cifra parece minúscula cuando se compara (según datos de Wassu-UAB de 2016) con las 70.000 mujeres provenientes de países donde se realiza esta práctica, que viven en España.