Poco después de las elecciones autonómicas del 21D en Cataluña, varios concejales del Ayuntamiento de Barcelona --Jaume Collboni, del PSC, y Carina Mejías, de Ciudadanos-- se quedaron sin escolta porque, según el gobierno de Ada Colau, ya no la necesitaban.
Fuentes del gobierno de Ada Colau explicaron a este medio que es la Guardia Urbana de Barcelona (GUB) quien hace un análisis de los riesgos de cada una de las situaciones y, por tanto, es la policía local quien determina y define el tipo de protección que los dirigentes requieren en cada momento.
A dedo
Pero los propios agentes contradicen la versión de Barcelona en Comú y lo achacan a sus formas poco ortodoxas de haber elegido a los policías --“Grandes profesionales que han salido perjudicados en esta historia”, ponen por delante-- a dedo, en lugar de utilizar los métodos establecidos.
El procedimiento habitual en la Unidad de Protección de la GUB, en la que se integran los escoltas, es a través de un sistema interno de oposiciones. En la última convocatoria, se dejaron en lista de espera varios policías. Ellos son los que deberían haber ocupado el puesto de escolta de estos concejales, pero no fue así.
No hay informe de riesgo
Tras una queja formulada por uno de los agentes que estaba en lista de espera, el Ayuntamiento de Barcelona decidió retirar la protección de Collboni y de Mejías, según explica a Crónica Global Eugenio Zambrano, policía local y secretario de organización del CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios).
“No hay ningún informe técnico ni de análisis que indique que no existe el riesgo”, sostiene. “Nuestra obligación es controlar la gestión pública y los concejales forman parte de ella”, añade, tras preguntarse quién será el responsable “si pasa alguna desgracia”.
Solo en el consistorio
Critica que la alcaldesa de Barcelona haya retirado “de forma arbitraria” la protección a Collboni y a Mejías, pide que se les vuelvan a agregar los agentes necesarios a ambos y recuerda que la complejidad política que se vive en Cataluña todavía no está resuelta.
Además, la situación con los diputados del Parlament de Cataluña permanece exactamente igual que cuando se reforzó la escolta de los concejales del consistorio: se aumentó la seguridad a los que ya contaban con ella --es el caso de Miquel Iceta, Inés Arrimadas y Xavier García Albiol-- y se le asignó a los que no tenían --Carlos Carrizosa, Fernando de Páramo y José María Espejo-Saavedra--.