Un “malentendido”. Así ha zanjado el jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, Evelio Vázquez, el episodio en el que Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) prohibió el acceso a la sala de control de la Sagrera a la policía municipal, que utiliza las instalaciones para combatir el top manta en el suburbano.

Vázquez ha aclarado que la Urbana seguirá acudiendo a dicha sala cuando haya dispositivos planificados contra el top manta en el suburbano, y seguirán coordinándose y manteniendo “una magnífica relación”.

Sala conjunta

Ese “malentendido” ocurrió en diciembre. Entonces, un agente de la Urbana fue expulsado de la sala de TMB durante un dispositivo no planificado el día 16. Por ello, la policía municipal denunció los hechos ante la sospecha de que el objetivo de TMB era tapar la actividad de venta ilícita.

Vázquez ha añadido que, en cualquier caso, desde la sala de mando de la calle Lleida tienen acceso a todas las cámaras de seguridad del metro, y ha insistido en que lo sucedido fue “una anécdota”.