Una prueba que analiza residuos de células tumorales que se encuentran en la sangre, ha conseguido detectar ocho tipos de cáncer de los más frecuentes. Este jueves la revista Science presentó los resultados de un estudio basado en más de mil pacientes, lo que representa un gran avance hacia el objetivo de diagnosticar de manera precoz la enfermedad a través de un análisis de sangre.
La prueba permitiría detectar el cáncer antes de que dé síntomas y cuando aún se pueden curar sólo con cirugía. En los ocho tumores escogidos, hay cinco que no tienen pruebas de cribado por lo que se suelen diagnosticar cuando la enfermedad ya está avanzada. Son los de hígado, páncreas, estomago, esófago y ovarios. Los tres restantes son el de mama, el colorrectal y el de pulmón, todos con pruebas que los diagnostican previamente.
La biopsia líquida
El test desarrollado por el equipo de la Universidad Johns Hopkins se llama CancerSEEK, y se conoce como una biopsia líquida. La premisa para su funcionamiento es que si se puede analizar el material procedente de un tumor que circula en la sangre, se puede obtener información sobre este tumor sin necesidad de realizar biopsia del tejido.
Esta prueba ya se utiliza en el tratamiento de algunos cánceres para evaluar si un paciente que tiene la enfermedad está respondiendo a un fármaco. Pero extender la biopsia líquida a la detección precoz es bastante más difícil a nivel técnico. Sobre todo porque no hay dos tumores iguales por lo que hay más alteraciones genéticas posibles, y porque los tumores iniciales suelen liberar pequeñas cantidades de material a la sangre.