Media hora más tarde del horario previsto, ha comenzado este lunes por la mañana en el salón de actos del centro de convenciones de Andorra el macrojuicio sobre la Banca Privada d'Andorra (BPA), entidad que, según la fiscalía, albergó una trama internacional de blanqueo de capitales a gran escala.
Los 25 acusados reclaman el amparo del Tribunal de Corts al considerar su derecho de defensa vulnerado por una instrucción sumarial "arbitraria, sustentada por pruebas inconsistentes con las que se ha pretendido armar una causa general contra el banco".
'Caso Emperador'
Entre los principales encausados, destaca Joan Pau Miquel, exCEO de la entidad, quien, a través de su abogado, Jesús Jiménez, se ha quejado de que se criminalicen unas operaciones (operaciones de compensación) cuya mecánica ha sido tildada de delictiva por el fiscal general de Andorra, Alfons Alberca. Los abogados han insistido que estas operaciones de compensación, aprobadas por el órgano de control bancario andorrano y que no fueron penalizadas hasta finales de 2011, no son la herramienta de ningún delito.
Según la acusación pública, BPA blanqueó dinero procedente del crimen, y se retrotrae al sumario del caso Emperador (cuyos principales imputados son Gao Ping y Rafael Pallardó) para esgrimir que el dinero blanqueado en el banco procede delitos de extorsión, corrupción o tráfico de drogas o de personas.
"Causa general"
Los abogados han insistido en que la investigación contra BPA es "una causa general contra el banco", por lo que no se están juzgando unos hechos sino una entidad que suponía el 20% del potencial financiero del país". El Gobierno andorrano ejerce la acusación particular. Y los acusados han anunciado que no van a responder a sus preguntas.
El juicio, al que asisten mas de 30 periodistas, está presidido por el juez Josep Maria Pijoan, quien, en España, fue el penúltimo instructor del llamado caso Palau.