Los masones españoles deberán elegir el próximo sábado a su máximo directivo, el Gran Maestre de la Gran Logia de España. Hay tres candidatos que se disputan el cargo, tal y como ha avanzado Metrópoli Abierta. El actual líder de la organización, el polémico Óscar de Alfonso, un abogado de Barcelona, Ramón Torres, y el independentista Ramon Viñals.
Diputado de ERC en los años 80, este último ha sido uno de los apoyos públicos con los que contaba Artur Mas en el inicio del procés. Fue uno de los firmantes de manifiesto Per l’estat propi, un documento de 2012. Expresidente de Cruz Roja en Cataluña y fundador de la Fundación Ferrer y Guàrdia, ya se enfrentó a Alfonso para convertirse en Gran Maestre en 2014.
Un aristócrata de la masonería
Con 83 años cumplidos, no lo tiene fácil para hacerse con el control de la principal institución masónica española por sus adversarios. Torres es su principal rival. Ostenta el grado 33 dentro de la logia española, el máximo al que se puede optar, fue Soberano Gran Comendador y presidente del Supremo Consejo del Grado 33 del denominado Rito Escocés Antiguo y Aceptado, una institución fundada en 1811.
Es decir, representa a la aristocracia masónica. Fue incluso colaborador de Lluís Salat, el restaurador de este movimiento en el país tras el franquismo. No milita en ningún partido político, aunque fue cercano a la Unión de Centro Democráctica de Adolfo Suárez en Cataluña.
Polémicas de De Alfonso
De Alfonso podría reeditar el cargo, pero le pesan las polémicas y salidas de tono que ha protagonizado durante el último mandato. Ha escandalizado a la organización la imagen que decidió divulgar en las redes sociales cuando asistió a un encuentro de masones en Brasil. Aparecía en una piscina tropical con dos cocos en los pechos.
Además, incluyó comentarios y hashtag poco oportunos que generaron un incendio en la Gran Logia española. Algunos de sus miembros llegaron a pedir su dimisión urgente, hecho que provocó que De Alfonso revisara las publicaciones. No las ha eliminado, hecho que mantiene las críticas por la imagen presuntamente frívola que ofrece, pero ha editado el texto.