El objetivo es prevenir y avanzar ante las posibles situaciones de sequía estableciendo medidas preventivas y definiendo un modelo de actuación de los servicios municipales, cuando exista una situación determinada. Así lo ha comunicado el Ayuntamiento de Barcelona, en un protocolo que tiene como objetivo establecer un modelo de actuación de los servicios municipales que garanticen la coordinación y actuación operativa ante una posible situación de éstas.
Entre otros puntos, el protocolo prevé sensibilizar a la ciudadanía en la mejora de los hábitos de consumo de agua, como también organizar y velar por el cumplimiento de las actuaciones necesarias para el buen uso de los recursos hídricos de la ciudad.
Respuesta de tranquilidad
El regidor de presidencia de Agua y Energía, Eloi Badia, ha declarado que el Ayuntamiento “debe dar una respuesta de tranquilidad y seguridad a la ciudadanía para que esté preparada para hacer frente a una situación de sequía”.
Badia ha remarcado que Barcelona dispone de una red de 86,7 kilómetros de aguas freáticas y gracias a esta inversión en infraestructura es posible ahorrar agua potable para los servicios municipales.
De dónde proviene el agua en Barcelona
La sequía es un hecho recurrente en Cataluña y sobre todo en las cuencas internas, y por lo tanto Barcelona es especialmente sensible.
El abastecimiento de agua potable en Barcelona tiene mayoritariamente un origen superficial: 80% proveniente de la cuenca Ter y del Llobregat, y por lo tanto se han establecido medidas para restringir el consumo de agua. El otro 20% proviene de recursos subterráneos de freática (16%) y del agua de mar desalinizada (4%).
Barcelona tiene un consumo total de 162 por habitante por día y de éste, un consumo doméstico de 107 litros por habitante diarios. El consumo doméstico representa el 66% del total anual de agua utilizada, el comercial e industrial el 28% y los servicios municipales el 6%.