Hay prostitutas que trabajan en clubes, las hay que lo hacen en pisos y otras que se ofrecen en plena calle. Y ahora, además, algunas trabajadoras sexuales ofrecen sexo en el interior de su vehículo, adaptado según las necesidades de la labor a la que se dedican.
Es el caso de una trabajadora del sexo que no quiere desvelar su nombre ni su rostro, pero se anuncia en los diarios como la propietaria de la furgoneta del amor. Un monovolumen adaptado con una cama y aire acondicionado que se ha convertido en su puesto de trabajo y con el que recorre toda la Garrotxa (Girona).
Corriente en otros países
Esta prostituta de lujo explica a Crónica Global que no se considera una mujer con iniciativa, pese a no trabajar en un club. “Eso sería si tuviera una empresa, pero esto lo hago por necesidad”, argumenta, y añade que aunque vende su cuerpo por dinero, “no es lo mismo una chica de club que una que trabaja de forma particular”.
Le sorprende que se le pregunte por la novedad de este servicio y sostiene que “esto ya se lleva haciendo desde hace mucho tiempo en otros países como Francia o Bélgica”, pese a que en España no sea corriente.
Una mujer real
Prefiere no desvelar demasiados detalles acerca de su profesión como cuánto tiempo lleva ejerciéndola, por ejemplo, y remite cada pregunta de este medio a su anuncio en la prensa.
En él se muestra como “una mujer real” que se desplaza hasta donde haga falta por el territorio gerundense, acoge “solo hombres del país” y avisa de que ignorará los números de teléfono ocultos.