Se llama Abdelhakim El Ouakili, nacido en Francia, de origen magrebí y residente de Alemania. Durante seis horas hizo que se disparasen todas las alarmas en Barcelona.
Ocurrió el pasado día 21 por la tarde, en plenas votaciones autonómicas. Mientras la ciudadanía se acercaba a las urnas, los cuerpos policiales buscaban a este ciudadano sobre el que recaen las sospechas de que pudiera tratarse de un lobo solitario, es decir, un yihadista en disposición para actuar de forma inminente. El Ouakili, de 37 años, está perfectamente identificado por los servicios de inteligencia antiterrorista de diversos países.
Identificado
Según la alerta que la comisaría general de información difundida el jueves por la tarde a todas sus unidades, el sospechoso vestía pantalones tejanos, jersey de lana, chaqueta negra, zapatillas deportivas negras con la suela blanca y portaba una mochila.
Los Mossos d'Esquadra, a través del referido comunicado, alertaron a sus agentes sobre la peligrosidad de este individuo que podría conducir un vehículo marca Kia o Peugeot.
Atentado con cuchillo
Las fuerzas de seguridad pidieron a todas la unidades su localización y detención ante la posibilidad de que pudiera perpetrar una atentado con arma blanca. No se conoce el origen concreto de la información con la que trabajaba la policía española pero lo cierto es que se le dio a la amenaza máxima prioridad y prueba de ello es que se llegó a movilizar al GEI, el grupo especial de intervención.
A última hora de la noche del mismo día 21, el Cuerpo Nacional de Policía informó a través de un tuit que la alerta había desaparecido toda vez que se tienen indicios de que El Ouakili, tras su paso por Barcelona, se ha trasladado a Francia.