Los centros educativos del distrito del Eixample de Barcelona quieren frenar la apertura de un nuevo instituto de cara al próximo curso, el Angeleta Ferrer, en la calle Marina. Consideran que es nuevo centro pondría en peligro los modelos de integración social ya existentes que se han puesto en marcha en otros institutos de secundaria de la zona. Y lo han hecho concentrando esfuerzos en el seno del Consejo Escolar Municipal del Eixample, que acordó este martes por una amplia mayoría, 12 votos a favor y dos abstenciones, pedir ese retraso en la apertura.
Lo que reclaman esos centros, públicos y concertados, al Consorci d’Educació de Barcelona, participado en un 60% por el departamento de Enseñanza y en un 40% por el Ayuntamiento de Barcelona, es “retirar el adelanto de la apertura del Angeleta Ferrer para septiembre de 2018, sin que eso afecte a la construcción del edificio definitivo”; y “convocar desde la comisión del mapa escolar y de matriculación una sesión monográfica en enero”.
Asegurar los procesos de integración social
Con ello se entiende que se refuerza la petición de la agrupación de familias de institutos con escuelas adscritas en la derecha del ensanche barcelonés para mantener el calendario de apertura del Angeleta Ferrer el curso 2020-2021 tal y como estaba prevista inicialmente”.
Se trata de un problema entre los centros y el Consorci d’Educació, que, pese al compromiso inicial, llegó a un acuerdo también con algunas escuelas de la zona, como Encants, para abrir ya para el curso 2018-2019 el nuevo instituto Angeleta Ferrer. Si ocurriera de ese modo, las familias de las escuelas adscritas podrían llevar a sus hijos al nuevo instituto, con un modelo de innovación pedagógica, dejando en la estacada a los centros como el Pau Claris que han iniciado un programa de integración social para disminuir el porcentaje de inmigración en sus aulas.