La borrasca profunda Ana, que ha causado centenares de incidencias a su entrada en la península por el noroeste, mantiene hoy en alerta a todas las comunidades por lluvia, viento, nevadas y fenómenos costeros, que presentarán riesgo extremo en Cantabria, Palencia, Burgos, Soria, La Rioja y Lleida, todas en alerta roja.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para este lunes una jornada muy complicada, con precipitaciones persistentes o localmente fuertes en Galicia, el área Cantábrica, los Pirineos, las zonas de montaña del suroeste y centro peninsulares, así como el extremo sur de Andalucía.
Alerta naranja en Cataluña
La mayor parte de Cataluña se encuentra este lunes en situación de aviso en grado tres (alerta naranja), por el riesgo de que se produzcan fuertes lluvias y vientos con la llegada de la gran borrasca Ana.
Una de la principales consecuencias de la borrasca será la llegada de fuertes precipitaciones en la vertiente sur del Pirineo, que podrá afectar a cualquier punto, aunque la previsión es que incidan más sobre la Alta Ribagorça, los dos Pallars, l’Alt Urgell y el Solsonès, y menos a la zona de la Garrotxa y el Empordà. Se esperan vientos de más de 100 l/m2 en 24 horas, contabilizadas hasta la tarde de este lunes.
Las olas superarán los 2,5 metros de altura, sobre todo en la costa central catalana (sur de la Costa Brava, la Selva, Alt Maresme), y la nieve se situará en cotas altas, de hasta 1.800 y 2.000 metros. La borrasca se irá esta tarde hacia Francia y el martes desaparecerá por completo hacia el final del día, ya que se prevé que continúe su camino hacia Polonia y Alemania.
Precauciones
Debido al temporal, Protección Civil recomienda extremar las precauciones por la posible presencia de obstáculos en la vía, moderar la velocidad y mantener la trayectoria del vehículo --sujetando el volante con firmeza--, ser prudentes en los adelantamientos y mantener las distancias laterales adecuadas con los otros vehículos son otros de los avisos.
También pide a los ciudadanos que aseguren puertas, ventanas y todos aquellos objetos que puedan caer a la vía pública y alejarse de cornisas, árboles, muros, edificaciones en construcción o grúas que puedan desprenderse.