Prueban un exoesqueleto en tres niños para ayudarles a andar. El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona contribuirá a que tres menores que sufren atrofia muscular degenerativa puedan desplazarse de forma autónoma con un robot mecánico.
Exoesqueleto probado en un niño en el Hospital Sant Joan de Déu / CG
El centro sanitario testará la invención en tres pacientes de entre 4 y 8 años de edad en los próximos meses. El equipo médico de la institución cree que el artefacto ralentizará el avance de la enfermedad, que no tiene cura, en los pequeños.
El proyecto, presentado hoy miércoles, 29 de noviembre, en Barcelona, ayudará a los enfermos a paliar la "la progresión de las consecuencias de la perdida de fuerza, desviación espalda, la osteoporosis o consecuencias musculares", ha explicado Natalia Rodríguez, adjunta del servicio de Rehabilitación de Sant Joan de Déu.
Sello español
El centro de la iniciativa será un exoesqueleto donado por la firma Marsi-Bionics, que surgió del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La joven empresa captó a Escribano Mechanical & Engineering dos años atrás para desarrollar su robot pediátrico.
"El producto está pendiente ahora de las certificaciones CE y similares para su comercialización. No se venderá, sino que se alquilará a hospitales de todo el mundo para que lo prueben en menores con enfermedades musculares", ha explicado Elena García, cofundadora de Marsi Bionics.
Ángel Escribano, presidente de la firma homónima y socia industrial, ha recordado que "no hay competidor en el mundo que desarrolle estos robots para menores". Según él, la aportación científica tiene "una vertiente ética, la de ayudar a los menores a combatir su enfermedad".
En cuanto a otras aplicaciones, Marsi y Escribano descartan el campo de la defensa. Sí se abren a probar la máquina en adultos con problemas de movilidad, como los que han perdido autonomía tras sufrir un ictus.
El exoesqueleto pediátrico para niños con atrofia / CG
"Enorme avance"
Antes de probarlo en otros campos, el hospital catalán avisa de las "enormes" potencialidades de la creación.
"La atrofia muscular espinal tipo dos, que es la que combatimos con este robot, no tiene cura. El exoesqueleto representa un avance muy grande para los menores que la sufren", ha explicado Rodríguez a este medio.
Con el uso de la máquina, la unidad de rehabilitación pediátrica de Sant Joan de Déu ayudará a la "bipedestación" de los pequeños, que tienen dificultad en mantenerse erguidos.
"No sabemos cuánto retrasará el avance de la enfermedad, lo que sí hemos podido constatar es que significa una barrera de contención muy importante en varios de las consecuencias que provoca esta dolencia", ha concluido Rodríguez.