Ninguna mujer está exenta de ser víctima de una agresión machista. Bajo esta premisa se apoya el equipo de gobierno de Ada Colau, que la noche de este sábado entregó el XII Premio 25 de noviembre, en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género.

Un evento en el que la alcaldesa de Barcelona aprovechó para confesar dos momentos en su vida en los que tuvo miedo de ser violada. El primero fue cuando intentaba llegar a su casa y había un hombre “de gran envergadura” esperándola, por lo que daba por perdida cualquier posibilidad de salvarse de alguna agresión por su parte.

Enfado policial

Colau explica que en aquella ocasión se salvó gracias a un joven en patinete, al que abordó para pedirle que le acompañase hasta la portería e hizo que el hombre huyera. La segunda vez, fue una noche que volvía de fiesta y caminaba sola por el centro de Barcelona.

Relata que a su paso circulaban un par o tres de vehículos de los que salieron varios hombres y la rodearon, a punto de cogerla: “Estoy bastante segura de que me hubieran violado esa noche”. La casualidad hizo que en ese momento apareciese una patrulla policial y los ahuyentase. Cuando subió al coche policial, sostiene que los agentes le regañaron por estar sola en la calle a esas horas y “vestida de aquella manera”.