Rosa María Sardà ha devuelto la Cruz de Sant Jordi que le fue otorgada en 1994. La decisión de la actriz se concretó el pasado 24 de julio, cuando se personó en el Palau de la Generalitat para hacer entrega de una de las máximas condecoraciones que otorga el Gobierno catalán.
Así lo ha revelado este domingo la directora de cine y colaboradora de Crónica Global Isabel Coixet a través de un artículo en El País en el que explica las motivaciones de una de las intérpretes más célebres del cine nacional.
Ahorrarse la esquela
Sardá, que ha sido discreta tras tomar la decisión, consideró que no "era merecedora" de tal distinción. Según relata Coixet, la actriz decía en una "nota de su puño y letra que dadas las circunstancias, ella no se consideraba merecedora de la Creu de Sant Jordi otorgada por el Gobierno catalán y que, como la condecoración traía consigo que en el momento del fallecimiento la Generalitat ofrecía una esquela en los periódicos, que por favor tuvieran a bien ahorrársela".
Antes de irse, Sardà también pidió un recibo conforme había hecho entrega de la condecoración.