La llegada del euro y la sustitución de la peseta fue un cambio considerable para la sociedad española. Tras más de 130 años con la misma divisa, la entrada de la moneda única en la Unión Europea tuvo impacto incluso en los precios. Ahora, el euro ya ha pasado a formar parte de la vida cotidiana de los españoles, que han tenido 15 años para acostumbrarse al nuevo metálico.
Pero la moneda europea no es la más original. La pieza que más problemas ha dado es la de dos euros, muy similar a la de otros países. Un Estado que opta a adherirse a la UE, Turquía, es uno de los que cuenta con una moneda casi idéntica a la de dos euros.
Una lira turca
Fue cuatro años después de empezar las negociaciones para su adhesión a la Unión Europea --el principal obstáculo siempre ha sido la falta de garantías democráticas-- que Turquía cambió su moneda. Aunque continuaron siendo liras, se introdujeron nuevos diseños. El de una lira, que al cambio son 0,22 euros, es muy parecido al de los dos euros.
Un círculo dorado con el centro plateado; la confusión es fácil. Las únicas diferencias son los grabados: mientras que la moneda europea tiene el número dos y una cara, un escudo o un dibujo dependiendo del país de origen, la lira turca tiene el número uno junto con el emblema nacional --una media luna y una estrella-- y la cara de Mustafa Kemal Atatürk, el fundador y primer presidente de la república.
¿Falsificaciones?
La Guardia Civil ya ha avisado en varias ocasiones del peligro de confundir euros con las monedas de otros países. Lo hace periódicamente a través de Twitter; la última vez, el lunes. “¡Ojito! Que no te la cuelen”, avisa la Benemérita. Pero Turquía no es el único país con monedas parecidas a la de dos euros. Tailandia, Sudáfrica, Egipto, Marruecos, Argentina, Azerbayán y Filipinas son algunos de los Estados que pueden causar confusión.
Fuentes del sector financiero aseguran que no se trata de falsificaciones y que la Unión Europea no puede hacer nada para impedirlo. “Falsificar una moneda es caro y no sale rentable”, aseguran. Esto no descarta que los ciudadanos puedan recibir una lira turca como si fuera una moneda de dos euros como cambio en un comercio o un restaurante. Según los mismos interlocutores, “lo único que se puede hacer es alertar a la población”.