El concepto de que los españoles faltan más al trabajo que en el resto de Europa es falso. Al menos así lo demuestran los resultados del 9º Barómetro europeo del Absentismo y Compromiso elaborado por Ayming (grupo internacional de Consultoría en Business Performance).
En el estudio, se compara España con otros siete países de la Unión Europea: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. Y el resultado indica que la presencia de los españoles en el trabajo ha sido del 79% en el último año, mientras la media del resto de países ha alcanzado el 72%.
Por delante
Almudena Goulard, mánager de Ayming en España, explica que con la crisis el absentismo laboral disminuyó, por el miedo de perder el trabajo. Pero a medida que se ha ido recuperando la economía mundial, la gente ha vuelto a faltar a su empleo.
“La media de absentismo en los últimos cinco años, según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), está situada en el 4,41%, y en 2017 se ha visto que ha aumentado el 6%. Aunque en comparación con el resto de países vemos que a pesar de las creencias que existen, la tasa de presencia en España está por encima de la media Europea: España se sitúa en un 79%, de siempre presentes, respecto a un 72% que es la media europea”, señala.
¿Más flexibilidad o mejor salario?
Al alejarse de la crisis, el nivel de miedo disminuye y también la presencia: este año se ha incrementado el absentismo en España. En cuanto a las causas, Goulard explica que pueden ser muy variadas y que dependen del sector y de la empresa. Entre las principales, describe que son fundamentalmente la enfermedad propia o de un familiar, y luego está el contenido del trabajo, es decir, si la persona puede asumir o no la carga laboral, y si está suficientemente motivado o no el trabajador.
“Tener una alta carga de trabajo suele generar ansiedad. Pero no tener demasiadas responsabilidades también produce malestar. Siempre tiene que ver con las emociones, y es la comunicación entre jefes y empleados lo que suele incentivar las ganas de ir a trabajar. También depende la utilidad que tiene el trabajo”, señala.
En cuanto al grado de motivación, dirá la mánager de Ayming que a medio o largo plazo disminuye en el caso del salario, pero en cambio la flexibilidad y la posibilidad de conciliación familiar tienen más larga vida. “Siempre queremos cobrar más, depende mucho de la situación personal, pero con la variable de flexibilidad o teletrabajo —que se implementó en España en la década de 1990— las empresas aumentan el compromiso de manera brutal”.
Españoles, satisfechos con el trabajo
Almudena se anima a decir, basada en el estudio de Ayming, que “en España hay un alto grado de satisfacción laboral”. Asegura que “la parte de relaciones laborales es muy importante y es algo que se fomenta en general dentro de las compañías”. También afirma que no se trabaja menos en España: “Tenemos maneras distintas. Esa idea de que en España nos echamos la siesta todos ya no es así”, o igual nunca lo ha sido.
Para que haya satisfacción en el trabajo, el barómetro indica que lo fundamental es la comunicación bidireccional. Es decir, que haya una participación y no que los jefes informen las cosas, sino que se incluya a los empleados.
Aunque sí que es verdad que no todos los sectores tienen la posibilidad de brindar flexibilidad horaria o la conciliación necesaria para que los empleados estén satisfechos y falten menos. “Los trabajadores de la producción, por turnos, sobre todo en las fábricas, que tienen menos posibilidad de conciliar sí que tienen más estudiada la ley y suelen aprovechar todos los permisos que concede el convenio”, indica Almudena. Pero explica que esto depende mucho de que la persona se sienta responsable de su trabajo, y del impacto que genera en los compañeros. A veces los empleados necesitan un poco más de flexibilidad.