Cinco de cada mil coches que circulan diariamente durante el verano por el área metropolitana de Barcelona transportan un mosquito tigre, un insecto invasor incapaz de volar grandes distancias y que se está extendiendo por toda España, tras constatarse que ya ha llegado a Madrid.
Un equipo de científicos del proyecto Mosquito Alert, junto con el Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat, la Universidad Pompeu Fabra (UPF), el CREAF y el CEAB-CESIC ha demostrado que el transporte accidental en coche es el mecanismo más evidente de la expansión del mosquito tigre por España. En el estudio, que publica la revista Scientific Reports, los expertos inspeccionaron 770 vehículos al azar en controles policiales en los peajes y en las estaciones de la ITV.
Alejados de donde han nacido
Con la información recabada, los científicos han elaborado un modelo matemático que predice el transporte de mosquitos tigre a través de los coches entre las provincias españolas. Según ha explicado Roger Eritja, entomólogo del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat, un mosquito tigre adulto sólo es capaz de volar unos pocos cientos de metros. Pese a ello, aparecen mosquitos tigre en lugares muy alejados de los puntos de cría donde ha nacido.
La investigación ha constatado que un verano, en el área de Barcelona, circulan cada día entre 12.000 y 71.000 coches con un mosquito tigre en su interior.
El trabajo ha evaluado en qué medida el coche podría ser un medio para el mosquito tigre a la hora de colonizar nuevas áreas y ha cuantificado por primera vez el transporte pasivo de mosquitos en coche entre las provincias de España a través de un ránking de las principales provincias exportadoras y receptoras de este mosquito.
Ayuda involuntaria
Para hacer el estudio, durante el verano de 2015 inspeccionaron 770 coches escogidos al azar en el área metropolitana de Barcelona.
"Con la ayuda de un aspirador especial para cazar mosquitos aspiramos el interior de los coches prestando atención a las partes más oscuras y estrechas del coche, por ejemplo bajo los asientos, que es donde suelen esconderse", ha detallado Isis Sanpera, del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat. Según Eritja, "hasta ahora sabíamos que los humanos hemos ayudado involuntariamente a los mosquitos a viajar cientos de kilómetros a través de nuestros barcos o aviones".