La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha ordenado hoy el ingreso en prisión incondicional del excomisario José Villarejo, su socio Rafael Redondo y el también excomisario de Barajas Carlos Salamanca.



La jueza los acusa de los delitos de cohecho, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. En el caso de Salamanca, también de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

El socio de Villarejo, Rafael Redondo, también ingresa en prisión en las mismas condiciones y por los mismos delitos.

La esposa y los hijos

En el caso de la mujer de Villarejo, Gema Alcalá, queda en libertad con la medida cautelar de retirada de pasaporte y en el de los otros tres detenidos en la operación Tándem --uno de ellos hijo de Villarejo y otro de Salamanca-- sin medidas cautelares.

La decisión de la magistrada, que ha ejercido hoy al estar esta semana de guardia de detenidos, se ha producido después de tomar declaración a estos tres investigados y otros cinco detenidos, por integrar un entramado empresarial cuyo principal objetivo era reintroducir en España y otros países de la UE fondos procedentes de actividades ilícitas vinculadas a la corrupción internacional en los negocios.



Los acusados fueron detenidos en los últimos días en el marco de una operación coordinada por la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional.

Repatriación de capitales

Asuntos Internos ha investigado durante meses el entramado empresarial de Villarejo y su mujer y ha desarrollado una operación para desmantelar una organización criminal cuyo principal objetivo es la reintroducción en España y otros países de la Unión Europea de fondos procedentes de actividades ilícitas vinculadas a la corrupción internacional en los negocios.



Según la Fiscalía Anticorrupción, tanto Villarejo como Salamanca se valían de las funciones propias de sus respectivos cargos policiales, "especialmente sensibles para la seguridad nacional", para recibir "elevadas sumas de dinero y regalos suntuarios diversos".

Tráfico de personas

Todo ello a cambio de sus servicios especializados "de inteligencia" y de "facilitar la entrada ilegal de ciudadanos no comunitarios en territorio español".



Fuentes de la investigación apuntaron a Efe que entre las prácticas de esa supuesta red criminal estaba la de facilitar la entrada de personas de nacionalidad guineana en España y la posterior regularización de su situación a través de las empresas de Villarejo.



Según Anticorrupción, los hechos podrían ser constitutivos de delitos de blanqueo de capitales, organización criminal, cohecho y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.