La crisis en el cementerio de Montjuïc de Barcelona tras el derrumbe de un bloque de 144 nichos continúa. El concejal de Presidencia del consistorio barcelonés y presidente de la sociedad municipal, Eloi Badia, no ha visitado todavía la zona del accidente cuando se cumple más de un mes del suceso.
Así lo han explicado a este medio fuentes del sector conocedoras del caso y añaden que fue la Síndica de Greuges de la capital catalana, Maria Assumpció Vilà, quien sí acudió tras el desmoronamiento del bloque el pasado 15 de septiembre.
Lo hizo, además, “de incógnito”, sin atender diversos requerimientos del director general del camposanto, Jordi Valmaña, que trató de localizarla al enterarse de que pretendía visitarle.
Vilà, según han indicado las mismas voces, se personó en la instalación evitando a Valmaña porque quería cerciorarse de la magnitud del incidente.
“Imagen punzante”
La propia Síndica ha indicado a Crónica Global que tuvo noticia del derrumbe el pasado 18 de septiembre, tres días después de cuando ocurrió. “Nos recibió el director, estuvimos en el lugar de los hechos y la imagen era bastante punzante”, sostiene.
Reitera la gravedad del asunto no solo por la caída de las tumbas, sino porque algunas de ellas contenían más de un cadáver. “Cuando vimos todo lo ocurrido pensamos en las garantías de identificación: estaba todo mezclado”, cuenta Vilà.
Por eso decidió abrir una investigación de oficio con la que intentar esclarecer las causas y cuya resolución, asegura, está a punto de recibir estos días.
Recibe a las familias
Intenta descubrir si los hechos fueron causa de un simple accidente o si existe algún tipo de responsabilidad municipal por negligencia debido a alguna falta de conservación. “Es muy antiguo”, argumenta, y está situado en una montaña “que también tiene sus movimientos”.
La defensora del ciudadano recibió la llamada de un grupo de familias, entre 15 y 17, a las que atendió personalmente. Querían saber quién era el responsable del ayuntamiento para dirigirse a él, porque no tenían noticia alguna de Badia ni de algún otro miembro del equipo de gobierno de Ada Colau. Ella misma hizo de intermediaria entre el concejal y los afectados y asegura que se reunieron el jueves de la semana pasada.
Con posterioridad, Cementiris ha asegurado a este medio que el edil de Presidencia también recibió a los familiares afectados por el alud de hornacinas.
30 familias ‘a oscuras’
Cualquiera que fuere la reacción de Badia, la Síndica lamenta que haya familiares que todavía no se hayan enterado del suceso y puedan hacerlo el próximo miércoles, el Día de Todos los Santos, cuando acudan al camposanto a llorar a sus difuntos.
Este medio entiende que más de 30 familias no han podido ser informadas del suceso. Por ello, la sociedad municipal prevé publicitar en la prensa los nombres de los titulares de los nichos en un intento desesperado de localizarlos.
Mientras, Vilà recuerda un dato importante y nada menor: “Hay un plan de conservación. Quizá debería haberse estudiado”.