Los espacios provisionales de la cárcel Modelo costarán al Ayuntamiento de Barcelona cinco millones de euros. El consistorio los invertirá hasta 2019 para que, un año después, empiecen las obras definitivas. Las dos manzanas del Eixample se transformarán entonces en 150 pisos de vivienda pública y asequible, zonas verdes y un espacio de memoria de la represión y los movimientos sociales.
La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha anunciado que el Gobierno municipal llevará al próximo Pleno del ayuntamiento el cambio de usos del espacio que quieren destinar a vivienda, que según el plan de 2009 tiene que ser para oficinas u hoteles. La modificación es para combatir la “expulsión de vecinos por el precio del alquiler”, ha explicado.
Las obras
La cárcel cerró en junio, y pasará a ser totalmente municipal a principios de año tras el acuerdo alcanzado con la Generalitat. Los espacios del recinto se irán abriendo al público de forma gradual. En el segundo trimestre de 2018 se iniciará un proceso ciudadano para concretar los usos definitivos del espacio, con lo que se actualizará el plan de 2009.
La idea es mantener la estructura de la antigua prisión lo máximo posible, aunque la “Modelo que nos imaginamos seguramente no tiene muros”, ha indicado Sanz. El objetivo que es sea un espacio abierto a los vecinos.