Francisco Fernández Marugán --el defensor del pueblo desde julio-- ha comparecido por primera vez desde que asumió el cargo en funciones. Durante su intervención, el defensor se ha referido a la guía que se ha presentado en relación al uso de sujeciones, tanto en las cárceles como en los centros de cuidado de mayores.
"No solamente se plantean esas situaciones conflictivas en los centros donde hay privación de libertad", ha dicho el defensor, quien ha explicado que en el caso de las residencias de mayores, aunque sean "en abierto", por las condiciones que viven los residentes, requieren de cuidados con ciertas dificultades.
Posibles maltratos y torturas
Los mayores experimentan "deterioro físico y cognitivo y cuando se produce esa decadencia una de las cosas que nos preocupan es que su condición de vida termina afectada; son objeto de un tratamiento diario y rutinario, deben sufrir inmovilizaciones con grúas, cambios posturales, cambio de pañales y empleo de sujeciones mecánicas".
"Todas esas cuestiones requieren una ponderación muy cuidadosa, extraordinariamente cuidadosa", ha advertido Fernández Marugán, quien ha opinado que "bien por ausencia de esos tratos o bien por deficiencia en la aplicación de los mismos, pueden llegar a constituir casos de maltrato o incluso de tortura".
Vigilar e intervenir
En este sentido, el defensor ha expresado su deseo de poder disponer de una información "de cuál es el estado de esos centros residenciales, dónde está su mapa y ver qué es necesario para realizar esas visitas con la frecuencia que se requiera en cada momento".
"Vamos a trabajar en esa dirección, que no le quepa a nadie la menor duda; en la medida en que detectemos esas prácticas, iremos con esos casos a donde hay que ir, al fiscal, y ustedes al Congreso o Senado, cada uno debe hacer su trabajo", ha afirmado.