Es una nueva diversión para los adultos, donde pasar la noche y entregarse a los placeres carnales y sensuales. Así se define el nuevo escape room erótico de Barcelona, que ha abierto sus puertas recientemente en el municipio de Sant Cugat del Vallès —carrer dels Cecs, 10— y levantará la persiana próximamente en Madrid.

El espacio se llama Los siete pecados del placer y los participantes, cuyo requisito principal es que sean mayores de edad, tienen 60 minutos para superar la prueba. El argumento de la historia se centra en “un grupo de agentes del departamento de la Moral, Sinceridad, Ética y Tolerancia —o Intolerancia, según se mire— en una ciudad corrupta y perversa que ha cedido por completo a la inmoralidad”.

Placeres del pecado

Lo explica a Crónica Global el propietario de la sala, Faustino, y añade que ya han participado en el juego más de 50 grupos y que el resultado, por el momento, siempre es óptimo: “Está gustando mucho”. Tras el éxito in crescendo de este tipo de salas en toda España, el dueño del espacio creyó que funcionaría.

Sin ánimo de spoilers, a los jugadores se les pide que se infiltren en el club bautizado como de los Los siete pecados del placer en busca de “material comprometido sobre numerosas personas relevantes de nuestra sociedad, que parece que pasan bastante tiempo allí”.

Corrupción

La temática acerca de corrupción, más allá de la erótica, fue el gancho que convenció a Faustino para llevar a cabo la iniciativa debido a su actualidad, sostiene. “Tiene mucho gancho y sus escenarios están pensados con atención para que la gente disfrute de un momento agradable”.

Los organizadores del juego sitúan a los participantes en una ciudad “cubierta con una nube oscura de corrupción y el crepúsculo de inmoralidad”. Les cuentan que los grandes poderosos de la ciudad “ya han probado el placer prohibido” y que ellos, desde el departamento para el que trabajan, tienen que conseguir materiales comprometedores para sonrojar a quien dejó su huella allí.