La ‘Madre de Satán’ es el nombre que recibe el TATP, triperóxido de triacetona, el tipo de explosivo que fabricaron los terroristas de la célula que atentó en Barcelona y Cambrils. Según ha confesado Mohamed Houli Chemlal, --el superviviente de la explosión de la casa de Alcanar-- habían 100 kilos de este explosivo (unas tres veces la cantidad utilizada en los atentados de Bruselas).
La declaración del superviviente ya está en manos del juez central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, según publica este jueves El Periódico.
Se desvela el procedimiento
Los dos terroristas que manipulaban los explosivos eran el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty y Youssef Aalla. El primer paso era mezclar los ingredientes y enfriarlos con hielo. Después, cuando el preparado adoptada un estado sólido, parecido a la estructura del cristal, lo extendían en el suelo para dejar que se secara, gracias al trabajo de algunos ventiladores. La fase final se llevaba a cabo en el exterior del jardín trasero de la casa de Alcanar, donde dejaban que reposara al sol para que se solidificara del todo. Trabajaban en unas condiciones de máximo riesgo, teniendo en cuenta la inestabilidad de este producto.
El suelo de la primera planta estaba completamente ocupado por la sustancia en fase de secado. Mientras lo manipulaban explotó. La deflagración destrozó los cuerpos de Es Satty y de Aalla. Encontraron partes de ambos cuerpos pero la identificación del imán solo fue posible gracias a los análisis de ADN. Mohamed Houli, el único superviviente, salvó su vida gracias a que una pared le cayó encima.