¿Dónde está el director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Soler?, se preguntaba hace sólo una día la jefa del área de política de Crónica Global, María Jesús Cañizares, en un artículo que llevaba ese interrogante como titular. Después de las consultas realizadas por este medio entre cuadros de mando de la policía autonómica, la respuesta mayoritaria ha sido: "No ha estado, ni está, ni se le espera".
Soler, no ha pilotado, ni mucho menos liderado, la gestión política, operativa ni mediática de los atentados. Tampoco se le ha visto dado la cara sobre las críticas que el cuerpo de Mossos d'Esquadra han recibidos en los últimos días. Soler ha depositado en las espaldas del Mayor, Josep Lluís Trapero, esa responsabilidad que ni si quiera comparte en plano televisivo durante las distintas comparecencias.
Poco trabajo
Este medio ha confirmado que lo que sí ha hecho Soler durante estos días es ordenar una investigación sobre quién, cómo y por qué se fotografió al terrorista Younes Abouyaaqoub tras ser tiroteado y muerto por agentes de los Mossos. Esa es, de momento, su impronta en esta resaca de los atentados terroristas que conmocionaron al mundo entero hace escasamente dos semanas.
Los investigadores sospechan que quizá alguno de los agentes que asistieron al levantamiento de cadáver pudo haber hecho esa instantánea del primer plano de Abouyaaqoub, una foto que, a través de las redes sociales, dio la vuelta al mundo. La difusión de esa imagen fue tildada por el conseller Joaquim Forn de vergonzosa. Y Soler está inmerso en esas indagaciones.